🥊9🥼

117 22 2
                                    

TN acariciaba con delicadeza los cabellos de la pequeña Areum, sus dedos deslizándose con suavidad por el pelo oscuro de la niña, como si al tocarla pudiera asegurarle un futuro sin más dolor. La cirugía había sido un éxito, y ahora la pequeña descansaba tranquila en su cama de hospital, con el rostro pacífico, casi angelical. Aunque los padres de Areum no habían podido estar presentes hasta el final debido a los compromisos laborales del padre, TN había asegurado que ella se quedaría a cuidarla.

—Tienes toda una vida por delante, cielo, y yo me encargaré de que así sea— murmuró TN, con la voz apenas un susurro. Pasó su dedo por la suave mejilla de la niña, sintiendo una ternura que la hizo sonreír con melancolía.

El ambiente sereno del cuarto pronto fue interrumpido por un sonido que hizo que los músculos de TN se tensaran. La puerta se abrió sin previo aviso, y su cuerpo se llenó de una sensación de peligro apenas escuchó esa voz... esa voz que reconocía demasiado bien.

—Tan vulnerable como siempre.

La piel de TN se erizó de inmediato. Giró su cabeza, encontrándose con Minho. Ese hombre que detestaba con toda su alma, esa figura que siempre traía consigo recuerdos amargos, estaba parado en la entrada del cuarto. Una sonrisa torcida deformaba su rostro, y sus ojos reflejaban una lujuria que le revolvía el estómago.

— ¿Qué haces aquí? —preguntó entre dientes, intentando mantener el control a pesar del asco que la invadía. Su ceño se frunció tanto que su cara era una perfecta expresión de repugnancia y odio.

—Oh, vamos linda, no me trates así. Rompes mi corazón —respondió Minho, acercándose lentamente con una actitud casi burlona, como si disfrutara de verla tan incómoda.

El asco en el rostro de TN se transformó en pura ira. No permitiría que ese hombre se acercara a Areum, una niña indefensa que no merecía ni un segundo de la asquerosa presencia de Minho. Se levantó de inmediato y caminó hacia él con pasos decididos, dispuesta a enfrentar lo que fuera necesario.

—Lárgate de aquí ahora mismo. No dudaré en llamar a seguridad para que te saquen de aquí a patadas si es necesario —la voz de TN temblaba de rabia contenida—. Me repugnas, Minho. Me das tanto asco, y haré lo que sea necesario para mantenerte lejos de mí. Cualquier cosa.

Sus palabras, cargadas de odio, solo provocaron una risa seca de Minho, que no tardó en alargar la mano y tomarla del brazo con fuerza, obligándola a acercarse.

—No me amenaces, TN. Porque esto va a salir peor para ti que para mí -susurró él, con su aliento asqueroso rozando la piel de la joven.

Pero TN no era la misma mujer que antes había cedido a sus manipulaciones y toques indecentes. Se soltó de su agarre con un movimiento brusco, empujándolo hacia atrás, obligándolo a tambalearse.

—Amenázame todo lo que quieras, pero no volverás a tocarme en tu asquerosa vida. ¿Me oyes? —Su voz temblaba, pero no de miedo, sino de determinación. Ya no permitiría que ese hombre la intimidara jamás.

Minho abrió la boca para replicar, pero antes de que pudiera emitir una sola palabra, la puerta se abrió de nuevo, esta vez revelando una figura completamente distinta.

—TN, Lisa me dijo que estabas... —Jungkook no terminó su frase. Su expresión se endureció al instante al ver a Minho tan cerca de TN, quien claramente estaba enojada—. ¿Está todo bien aquí?

El ambiente se tensó aún más con la llegada de Jungkook. Su mirada, antes tranquila, se volvió severa, enfocada en Minho como si pudiera leer en su rostro lo que acababa de ocurrir. No había simpatía alguna en su rostro.

TN aprovechó la interrupción para acentuar su desprecio.

—Sí, todo bien —dijo, con voz firme—. El señor ya se iba. ¿No es así? —Sus ojos fulminaron a Minho, en una advertencia clara de que no lo toleraría más.

Rounds of Love | JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora