Elegida... por capricho

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Contenido gore, lenguaje soez y perturbador (aunque no gráfico lo último). Quedan advertidos, esto no está hecho precisamente para jóvenes mortales.

Warhammer 40,000, un universo el cual puede decir con orgullo que es verdaderamente peor que en la vida real. No hay derechos, no hay libertad, no hay paz, y el amor poco abunda. Esto lo sabían bien los fans de warhammer 40,000, eso incluye a Gabriela.

Gabriela. No es una chica interesante aunque tampoco tan común. De hecho, ella es muy parecida a la propia representación, quizás hasta estereotípica, de lo que es una chica estándar en su deficiente época "humana" llamada "era moderna".

No tiene ningún pasado oscuro que sea... relevante, en lo que su nivel de entendimiento "humano" corresponde. Ella es tan solo una chica, con una familia "estable", con una madre amorosa, un padre amoroso con un trabajo estable... y quizás lo único "diferente" de su familia, les recuerdo, QUIZÁS diferente, es el hecho de que tiene un hermano menor muy friki de la ciencia ficción.

Ya les conté demasiada información no relevante. ¿O quizás no? Son libres de decidir eso.

La chica despertó acostada boca abajo en un lago infinito que llega hasta los pies. Se levantó del suelo y miró a los alrededores. Aparte del lago infinito mencionado, en los alrededores sólo hay oscuridad absoluta, con la realidad de este lugar ignorando toda lógica de la oscuridad absoluta, siendo perfectamente visible el lago infinito y la oscuridad del alrededor de alguna forma.

La chica, no comprendiendo lo que sucede, comenzó a perder su cordura, como toda decepcionante pero predecible mente mortal.

La chica, es decir, Gabriela, no tiene una apariencia tan... destacable. Ella solo viste de jeans delgados, una camisa de rayas negras además de zapatos apenas aceptables para su vestidura mencionada desde la percepción de las mujeres humanas. Su rostro es apenas bonito desde la perspectiva moderna humana, además de que llena un cabello negro trenzado. Su cuerpo es esperable de cualquier chica civil de entre 15 a 17 años quien nunca ha entrenado su cuerpo.

—¿Terminaste de "emocionarte" con mi dominio?— Hablaron varias voces en una sola; un tanto molesta, arrogante, distorsionada pero en eco poderoso, muy profunda con un tono algo tétrico.

La chica dirigió su mirada al ser. Sus ventanas del alma reflejaban confusión, miedo y graciosamente hostilidad a causa de los primeros reflejos de emociones mencionados. Sin embargo, no dijo ni una sola palabra.

—Dejaré que tu mente se ordene y encuentre la lógica, si es que dicha lógica no te destruye la mente primero, antes de que siquiera te cuente lo que necesitas saber.— Las voces cambiaron por una sola, una sola simple voz arrogante de enfado.

Unos pasos de chapoteo sobre el agua se escucharon, causando que la chica gire a dirigir su airada pero confundida y asustada mirada hacia el origen de esos pasos. Lo único que vio la chica es un hombre con lentes de sol rotos, al igual que ropas blancas andrajosas llenas de sangre oscura del propietario. Dicha apariencia asustó mucho a la chica.

—Lo sé, no estoy en mis mejores momentos. No lo hagas empeorar con tu miedo ante la incertidumbre. Lo menos que necesito es otra mortal, todavía anclada al condenado concepto de la lógica, joderme aún más.— Había una voz urgente, auto compasiva llena de tristeza y odio en las palabras del ser.

Gabriela estuvo respirando pesadamente, finalmente después de un largo tiempo (al menos para los mortales incluso menos desesperados) desconocido de intentar calmarse, habló.

—¿Dónde exactamente estoy? ¿Quién eres? ¿Dios? Si es así, te aclaro que aunque soy atea, nunca me burlé de... cualquiera que sea tu religión o de ti. No me mandes al infierno.— Habló rápidamente, con todavía vestigios de sus anteriores emociones, solo que en lo último había más miedo y ruego.

Warhammer 40,000: Bajo los ojos de todosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora