Warhammer 40,000: Bajo los ojos de todos

La Calma Antes de la Tormenta

Pido perdón por la errónea información de número de torretas defensivas de cada nave y también sus armas. Lo acabo de corregir, ya sé que a la mayoría no les va a importar, pero para mi es muy importante no esparcir información errónea. Disfrútenlo.

Pov: Normal.

En la nave Desafío de Maki. Minutos después.

Maki caminaba junto a Lodius hacia el cuarto del mencionado. Al entrar, Maki lo único que veía del cuarto era que es similar a la de ella pero un poco más pequeña.

Lodius le indicó con unas palmadas a su cama que se siente a su lado. Maki hizo caso y se sentó a su lado, pero no se atrevió a dirigirle la mirada.

—Capitana...— Comenzó a hablar Lodius.

Maki le dirigió la mirada, pero ella sentía mucha vergüenza y culpa.

—¿Por qué fue personalmente?— Preguntó Lodius.

Maki podía ver en su alma que existía un brillo de color triste, pero sabía, por el lenguaje corporal de Lodius, que este ya sabía porque se descontroló.

Era obvio, quería escucharlo venir de ella, o asegurarse de que sus propios pensamientos son ciertos.

—No podía... no podía más.— Decía lentamente Maki, mirando lentamente hacia su frente. —Todavía recuerdo cada grito, cada cara muerta, cada súplica y cada muerte que vi y oí. La sola idea de dejarlos morir y sufrir mientras yo me quede escondiéndome en el mando me asustaba y enojaba. Además de esconder mi fuerza por miedo...— Pensó lo último después de responder con amargura.

Lodius cerró los ojos dirigiendo su mirada al suelo, Maki notó que tanto por su lenguaje corporal como en su alma la tristeza aumentaba bastante. Traumas y culpas...

—Dime a detalle, y más allá de eso... ¿por qué te importan tanto?— Cuestionó el teniente.

Maki lo miró. Su alma y lenguaje corporal no ocultaban nada y expresaron parcialmente sus pensamientos. Intentó responder... pero no halló respuestas.

—¿Arriesgas todo... y no sabes porque lo haces?— Preguntó Lodius con sorpresa.

Maki no respondió nuevamente. Ella está tan sorprendida y confundida como Lodius. No sabe por qué lo hace. Lodius finalmente se tocó la barbilla con 2 dedos, luego comenzó a hablar.

—Capitana... he visto varios compañeros, amigos... familiares...— Dijo lo último con un poco de dificultad. —Morir por el emperador, otros... por su propia espada...— Dijo con leve ira. —¿Quieres saber porque dejo que esta... debilidad de ser piadoso y salvar hasta los más pequeños... sea siempre mi objetivo en todas mis batallas?— Preguntó el teniente.

Con cada palabra que decía Lodius, sin ser necesario ver su lenguaje corporal o su alma, Maki notaba cómo el remordimiento, la tristeza y el resentimiento aumentaban en su ser. Al oír su pregunta, solo aumentó su atención. Lodius notó esto y continuó.

—Porque quiero enseñarle a este universo que la piedad y el corazón no son debilidad, sino una fuerza. Quiero enseñarle al emperador, por más herético o estúpido que suene, que la piedad no es debilidad y mucho menos un inconveniente.— Habló con fuerza y determinación en su voz.

Maki abrió los ojos, un sentimiento de admiración mezclada de sorpresa llenó su adolorido corazón hacia el hombre. Pero Lodius siguió.

—Capitana... para mi, cada soldado, cada vida humana aliada... es mi familia. Quizás... sea por eso por la cual te sientes tan responsable que evitas a toda costa el abordaje.— Dijo Lodius para luego levantarse. —No pido que se vuelva insensible, de hecho no quiero que haga eso, solo pido que hagas lo que puedas y no dejes que tu dolor te controle. Contenlo hasta que termine la batalla, estaría bien que te retiraras a llorar en privado cuando puedas. No está bien reprimir el dolor por tanto tiempo.— Terminó Lodius para luego irse.