Capítulo 33

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Los dias siguieron pasando, algunos fueron un poco complicados por una que otra complicación que se hizo presente a tan solo unos días del parto. Todos estaban muy preocupados por cómo podria salir todo, pues ya era información conocida que el embarazo de Dazai era de alto riesgo para él, incluso antes del riesgo de aborto, aunque mejor dijo, un parto adelantado, pero al final los médicos llegaron a la conclusión de que dar a luz en una situación como a la que ese día se enfrentaban no era lo mejor para Dazai y Haneul, pues al Dazai en esos momentos no encontrarse bien emocionalmente, los doctores aseguraban que de dar a luz en ese estado, lo más probable es que Dazai se negara a siquiera sostener a su hija.

¿Por qué?, sencillo, en esos precisos momentos Dazai estaba aterrado de todo lo relacionado con Chuuya y lo rechazaba con firmeza, por ende existía una alta posibilidad de que rechazara a Haneul. Lastimando a la bebé tanto como a si mismo.

Claro, eso no se le dijo a Dazai, pues la información solo lograría asustar más a Dazai. Además de que haría que el menor se sintiera nervioso y culpable por cosas, que en realidad, no podía controlar.

Kunikida se sentía cansado, llevaba un día entero junto a Dazai quien había empezado a tener algunas contracciones, pero estas eran sólo una falsa alarma, pues según los médicos, Dazai estaba empezando a prepararse para el parto. Sostuvo la mano de Dazai todo el tiempo que le fue posible, pues era demasiado obvio que el menor estaba asustado y adolorido. Aunque claro, ambos eran primerizos en una situación así, y eso sin duda, no ayudó a calamar a ninguno.

—Trata de regular mejor tu respiración.

Sugirió con nerviosismo recibiendo un gruñido enojado de Dazai; cerro la boca inmediatamente, no dispuesto a lidiar con un Dazai enojado en esos momentos. Pues Dazai enojado era aterrador y amenazante, no quería imaginar como seria en una situación como esta.

Yosano no tardo en entrar en la habitación en silencio, se veía un poco nerviosa, cosa que no ayudó a la potencial pareja.

—¿Pasó algo?

Cuestiono Doppo con preocupación, la doctora de la agencia dudo en responder pero llego a la conclusion de que lo mejor sería no esperar y dar la información en ese momento. Maldijo internamente a Mori por ser tan cobarde como para mandarla a ella en lugar de ir a dar la noticia él mismo.

Suspiro pesadamente mientras se acomodaba en cabello, debía calmarse ella o podría más nerviosos al par.

—Haneul viene en una posición equivocada.

El par solo la miró extrañada, no conocían de información médica, por lo que no entendia por qué Yosano se veía preocupada por lo dicho. Resignada a tener que explicar lo hizo, comenzó a enumerar los riesgos que la mala posición de la bebé significaban.

—¿Qué haremos entonces?

Cuestiono con aparente calma Dazai, aunque inquieto frotaba su vientre, si, estaba asustado, más asustado.

—Deberán practicar una cesaría, aunque…

No se atrevió a decir más, mierda, no se suponía que ella debía dar esa noticia, ni siquiera era trabajadora de ese hospital, pero los verdaderos médicos se encontraban preparando todo rápidamente para cesaría.

—Si algo pasa quiero que salven a Haneul.

Intervino en sus pensamientos, levantó la mirada sorprendida por la desicion de Dazai, aún no lo había explicado, pero aparentemente Dazai comprendió lo que pasaba. Quizo protestar, pero Dazai la detuvo rápidamente, sin siquiera permitirle hablar.

—Sabía que algo asi pasaría cuando decidí seguir con el embarazo.

Dijo con dificultad, tenía miedo, demasiado. Antes tenía la seguridad de que su hija estaría bien pues Chuuya no sabía de su existencia, en cambio ahora, él sabía de ella y no negara que eso lo asusta. Si, escucho de la boca de sus amigos las disculpas y el arrepentimiento de Chuuya, pero él lo conocía, alguien tan terco a sus convicciones como Chuuya no podía cambiar de parecer tan rápido, mucho menos mantenerse tranquilo ante una situación como ésta.

—Sabía que podía morir mientras daba a luz y no me importo, pero ahora Chuuya sabe de ella… cuidenla, no permitan que ese idiota se acerque a mi hija.

Pidió, sus latidos estaban alterando en sobremedida y su respiración se complicaba con cada palabra que decía, sabía del peligro que amenazaria a su hija tras su nacimientos, pues sí él moría, inevitablemente información importante saldría a la luz y sus enemigos no estarían felices.

En esos momentos maldecía la vida que había elegido. Aún era joven y en realidad, nunca había pensado a profundidad el como afectaría su vida en la mafia más adelante, quizás por que pensó que moriria en alguna misión, quizás por que pensó que algún enemigo lo terminaria por asesinar, pero ahora… ahora solo podía soltar algunas lágrimas de arrepentimiento. No era alguien creyento, no luego de tener la vida que le tocó vivir, pero si alguien existía allí arriba, ojalá se apiade de él y le permita la dicha de ver a su hija crecer.

—¡A roto fuente!

Grito Yosano mientras corría en busca de algún doctor o enfermero, la situación de Dazai era mala, cosa que complicaba la situación, pero al Dazai no tener algún familiar que responda por él, era importante que este fuera consciente de la situación y de su concentimiento en caso de que algo malo pasara.

Kunikida era un potencia familiar para Dazai, pero al no haber nada confirmado no podían meterlo demasiado en el tema, pues de salir algo mal, él podría afrontar las consecuencias de entrometerse.

El rubio trato de calmar a Dazai, quien en esos momentos se quejaba del dolor, pero incluso en una situación como esa no cambio de opinión y siguió repitiendo sus palabras.

Si algo pasa, salven a mi hija.

A este punto más que un recordatorio era un suplica. El dolor que sentía era demasiado, más que cualquier otra cosa a la que se allá enfrentado antes. Se sentí mal, adolorido, mareado y cansado, y de alguna manera sabia que eso no era normal.

𝙴𝚕 𝙳𝚒𝚊𝚛𝚒𝚘 𝙳𝚎 𝙳𝚊𝚣𝚊𝚒 𝙾𝚜𝚊𝚖𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora