Capítulo 7: Judith

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- Tu eliges tuerto - dijo Merl.

Carl miró a Madi y suspiró.

- Tu ganas - dijo soltando con fuerza el arma.

Merl soltó a Madi y ella corrió hacia Carl.

Madi lloraba.

- Os dejo un rato solos, tortolitos - dijo y al irse miró el arma que dejó Carl - y esto me lo llevo.

Carl lo miró con rabia mientras abrazaba a Madi que estaba llorando en su pecho desconsolada.

Cuando Merl ya estaba fuera Carl miró a Madi.

- ¿Qué ha pasado en ese cuarto? - preguntó Carl.

- Otra vez... - dijo y no pudo evitar ponerse a llorar de nuevo mientras le temblaba el cuerpo y la voz.

Carl la miró con pena y la agarró de la cara.

- Perdón por no haber podido ayudarte, de verdad que lo siento mucho, debería de haber echo algo, quiero protegerte y solo te meto en más problemas - dijo Carl diciendo todas las cosas que había echo.

- No has echo nada mal Carl - dijo Madi con los ojos llorosos - tú intentas hacer todo lo que puedes, absolutamente de todo, y lo que ha pasado en ese cuarto no lo podrías haber impedido.

- ¿Por qué no? - contestó él confundido.

Madi se quedó pensando si decirlo o no.

- Él me dijo que... - dijo recordándolo - que si no lo hacía me traería tu cabeza, y yo no te puedo perder...

- ¿Enserio lo hiciste, por mi?... - dijo.

- Claro, no puedo dejar que te mueras, y más sabiendo que yo lo podía evitar, sin importar el precio - contestó Madi.

Carl la miró de arriba abajo y noto que todavía llevaba solamente el pantalón y el sujetador.

- Toma - dijo y le entregó su camiseta de cuadros.

Madi se la puso y se la abrochó.

- Tengo miedo... - dijo Madi y soltó en llanto otra vez.

- No te preocupes, mi padre y los demás vendrán a salvarnos - dijo Carl - todo estará bien.

De pronto dieron tres toques a la puerta.

- Corre, escóndete ahí - dijo en bajo Carl señalando una mesa.

Madi se escondió y Carl se puso junto a una puerta para que cuando la abriesen pudiera pillarlo de sorpresa.

La puerta se abrió lentamente.

Carl se asomó rápidamente y lo agarró del cuello a punto de pegarle una puñalada en la cabeza.

- ¿Papá? - preguntó - ¿Cómo nos habéis encontrado?

- Carl - dijo su padre y lo abrazó- Lleváis seis días desaparecidos, al tercero secuestraron a Glenn y a Maggie mientras iban a comprar, y los vio Michonne, que vino a decírnoslo tan rápido como pudo - dijo Rick.

- ¿Michonne? - preguntó Carl - ¿quién es?

- Yo - dijo una chica con una katana en la espalda.

- Te tengo una buena noticia Carl - dijo Rick -
Michonne encontró a tu hermana recorriendo el bosque.

- ¿A Judith? - dijo Carl emocionado - ¿Está bien? ¿Dónde está? ¿Ha venido?

- Está bien hijo, tranquilo, Michonne la cuidó todo el invierno - dijo Rick - pero no ha venido, no puedo arriesgar su vida.

Carl estaba muy emocionado.

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