Capítulo 4: Alucinaciones

28 4 3
                                    

Carl:

- ¿Que tal está? - me preguntó Glenn entrando al cuarto de la caravana.

- Bien, ahí sigue dormida - contesté.

- ¿Tiene fiebre? - preguntó Glenn.

- No, está congelada - contesté poniéndole la mano en la frente.

- Voy a por unas mantas - dijo Glenn.

Asentí y me quedé observando a Madi.

Era tan guapa.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando de pronto.

- ¡Ah! ¡Ah! ¡Me duele! - empezó a chillar Madi.

- ¡Madi! ¿¡Estás bien!? ¿¡Qué te pasa!? - empecé a preguntarle nervioso, sin saber qué hacer - ¡Mamá! ¡Madi está chillando de dolor! ¡Ven por favor!

Dije pidiéndole ayuda a mi madre.

- ¡Carl ayúdame! ¡Carl! - dijo Madi chillando.

- ¡Mamá por favor! - repetí - Madi despierta, estoy aquí, estás soñando, estás tumbada en la cama por favor despierta que estás bien.

Se me empezaron a humedecer los ojos.

- Dime que no te estás muriendo por favor - dije en bajo - Madi está todo bien estás en la cama no te pasa nada.

- ¡Ah! - seguía chillando Madi.

- Madi por favor para que esta todo bien, me estás asustando - dije llorando.

Madi empezó a convulsionar.

- ¡Mamá! - chillé más fuerte y asustado - ¡ven!

De pronto mi madre apareció por la puerta de la caravana.

- ¿Qué son esos chillidos Carl? Puedes atraer a los caminant- dijo y se calló al ver la escena - ¡Madi! ¿¡Qué le pasa!?

- No lo sé mamá no lo sé - dije llorando - se ha puesto a chillar diciendo que dolía y luego se ha puesto a convulsionar y... creo que es por la bala...

- No te preocupes se va a poner bien - me dijo mi madre.

Entró Glenn con las mantas.

- ¿Qué ha pasado? - preguntó Glenn.

- Tranquilo tranquilo, trae el maletín - dijo mi madre - ¡corre!

Glenn fue corriendo a por las medicinas y volvió.

Mi madre sacó un suero y se lo puso en el ante brazo a Madi.

Seguido le puso un trapo frío en la frente, le había subido bastante la temperatura.

- Ya está bien, tranquilo Carl - me intento consolar mi madre mientras yo lloraba - ha sido un pequeño susto nada más.

Pasaron las horas y yo seguía en esa habitación mirando a Madi.

- Carl hijo ve a dormir, ella está bien - dijo mi madre entrando al cuarto.

- No, no la pienso dejar sola - contesté.

- Ve a dormir, la vigilo yo - me dijo mi madre.

- No, puedo yo, tú debes descansar - dije - necesito estar aquí, si le pasa algo me voy a sentir culpable.

- ¿Por qué te vas a sentir culpable? Hiciste lo que pudiste hijo - dijo mi madre.

- No, no debería de haberla llevado al bosque, debería haber dejado que ella corriese delante de mí, debería de-

Carl Grimes fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora