Carl Grimes fanfic

Capítulo 10: Alexandría

- ¿Quién eres y qué quieres? - preguntó Glenn apuntándolo con el arma.

- Vengo a ofreceros algo - contestó Aaron.

Glenn lo miró seriamente sin bajar el arma.

- Glenn baja el arma por favor - pidió Aaron.

- ¿Cómo coño sabes mi nombre? - preguntó Glenn.

- Os llevo viendo unos cuantos días - dijo Aaron - yo os conozco, pero vosotros a mí no.

Glenn se enfado acercándole más el arma a la cabeza a Aaron.

- Que nos quieres ofrecer - dijo Glenn enfadado.

- Vengo de un pueblo, mi deber es hacer que ese pueblo se vaya llenando poco a poco, pero no puede entrar cualquiera - dijo Aaron - y vosotros sois buenos, os he visto, así que si queréis tenéis la oportunidad de ir.

- ¿Y cómo sé que al llegar no me mataréis? - preguntó Glenn.

- Porque no gano nada - dijo Aaron.

- Hoy en día no hace falta ganar nada para acabar con la vida de una persona, simplemente lo haces por lo que sea - dijo Glenn.

- Tienes razón - dijo Aaron - pero yo lo que quiero es poneros a salvo.

- ¿Y por qué querrías tú eso? - preguntó Carl.

- Porque con poca gente no es un pueblo, y si somos muchos la fuerza y la resistencia aumenta - dijo
Aaron - abrir mi mochila, ahí habrán unas fotos, mirarlas.

Madi abrió la mochila y miró las fotos que él decía.

- Tiene doble valla, son seguras, es la vida de antes - dijo Aaron mientras miraban las fotos - también tenemos armas y municiones de sobra, y comida, claro.

- ¿Con quién vienes? - preguntó Madi.

- Que importa lo que te diga, no me vas a creer - dijo Aaron.

- ¿Con quién vienes? - volvió a preguntar Madi sería.

Aaron suspiró.

- Solo somos yo y otro chico más - dijo Aaron - está en un coche a dos kilómetros de aquí. El nos llevará a Alexandría.

Glenn miró a Maggie y esta le asintió.

- Esta bien, llévanos a ese pueblo - dijo Glenn.

- Bien, desatarme por favor - dijo Aaron.

- Pero te juro que a la mínima cosa no me importaría cargarme a nadie - dijo Glenn interrumpiéndole.

- Lo que quieras - dijo Aaron - yo sé que ellos no te van a atacar.

Fueron junto a Aaron a un coche y llegaron a ese sitio llamado Alexandria.

Desde fuera se escuchaban niños jugando y gente riendo.

- Pasar - dijo Aaron abriendo la puerta.

Era un lugar con muchas casas y trabajos.

Todos se quedaron mirando impactados.

Al llegar los recibió una mujer.

- Hola, me llamo Deanna - dijo una mujer mayor, pelirroja y de ojos azules - bienvenidos a Alexandria.

Glenn, Maggie y Carl le sonrieron, pero Madi se quedó callada, mirándola seria.

- Dejarme que os enseñe vuestra casa - dijo Deanna.

Los guió hasta una casa enorme.

- Que bonita... - dijo Maggie en bajo.

- Por fin podemos ser felices y tener nuestra propia casa - le dijo Glenn a Maggie y se dieron un pico.