Capítulo 13: Enid

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Pasaban los días, y Carl y Madi se veían todas la noches para hablar y estar juntos, pero no se volvieron a dar un beso.

Ya que esa misma noche empezó a pensar en todo, tal vez para Carl fue un simple beso, ya que hoy en día no se podía a elegir mucho.

Las inseguridades de Madi hicieron rechazar los sentimientos hacia Carl, quedando de nuevo como amigos.

Madi no había vuelto a ver a Ron, pero de pronto alguien llamó a la puerta.

- Madi cariño, ¿te importa abrir? - me pidió Maggie mientras ella cocinaba.

- Si claro, ahora voy - dijo Madi y se levantó hacia la
puerta - que coño haces aquí.

- Hola - dijo Ron - ¿puedo entrar?

- No - contesté y cerré la puerta - adiós.

- Por favor - pidió el agarrando la manilla para que no se cerrase - no puedo estar así contigo.

Yo suspire.

- Ven, vamos a dar un paseo mientras hablamos - dijo y empezó a buscar algo dentro de casa.

- ¿Qué coño buscas? - dije enfadada.

- ¿Dónde está Carl? - preguntó.

- Está duchándose - contesté sería.

- Bien - afirmó y me agarró del brazo - vamos.

Tire de mi brazo para soltarme.

- Se ir sola - dije.

- Si.. claro - dijo Ron tímido.

Empezamos a dar una vuelta y estábamos en silencio.

- Oye Madi... - empezó a decir Ron - lo del otro día, yo no quería...

- No querías pero lo hiciste - contesté.

- Vamos Madi, soy tu amigo, nada más - empezó a decir el - no sé que me pasó, no lo sé. Pero lo que sí sé es que no se volverá a repetir.

- Claro que no se volverá a repetir - dije sería - entonces no será Carl quien te pegue.

De pronto escuchamos disparos en la puerta.

Corrimos los dos para ver que sucedía.

- ¡Madi! - exclamó Carl saliendo de casa, viendo a Ron a mi lado - ¿qué hace contigo?

- Eso no importa ahora, tenemos que ver a qué se deben los disparos - dije - ¡correr!

Llegamos cuando deben pronto Pete exclamó.

- ¡Bajar las armas! - exclamó - ¿quienes sois?

No podíamos ver nada por los grandes muros.

- Tengo niños, por favor déjame pasar, se están muriendo de hambre - dijo el señor del otro lado de la vaya.

Pete miró con tristeza.

- Bien, pero lo primero que debéis hacer es ir a ver a Deanna.

Se abrieron las puertas y entró un chico vestido de sheriff, junto a un niño rubio y una niña de pelo largo, una chica con una katana, un chico con una ballesta y absolutamente todos los demás.

- ¡Papá! ¡Judith! - exclamó y fue corriendo hacia ellos - ¿dónde habéis estado?

Vi a Dylan a lo lejos, las lágrimas estaban a punto de derramarse por mi rostro.

- Dylan... - dije en bajo sin poder creerme que estaba conmigo.

Analice la situación y comencé a correr hacia mi hermano.

Carl Grimes fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora