Will hace su clase y realmente estoy impactada, aún no creo lo que mis ojos ven, o sea, él dijo que nos veríamos en un par de horas, yo pensé que se refería a cuando me viniera a buscar, pero jamás pensé que él fuera mi maestro de matemáticas, mi cabeza es un real lío.
Es como si tuviera todo planeado para que yo no pueda ni, aunque sea tener la mínima posibilidad de escapar.
Anoto los ejercicios en mi libreta, aún absorta en mis pensamientos, Will explica cómo hacerlos y toda la clase empieza a trabajar en su actividad, sin embargo, yo me mantengo mirando mi libreta con el lápiz en la mano y con los pensamientos muy lejos de aquí.
-Señorita Anderson, ¿qué espera para comenzar a trabajar? - Will está frente a mi pupitre, subo la cabeza desconcertada y lo miro, se ve realmente sexy con traje, me sonrojo y bajo la cabeza para intentar hacer los ejercicios.
Vamos camino a casa, yo voy mirando por la ventana y Will va manejando, tiene la mirada seria, no pude hacer ningún ejercicio de matemáticas porque al estar desconcentrada pensando no escuché como Will explicaba.
Después de que me llamara la atención se sentó en el escritorio y empezó a usar su portátil, de vez en cuando levantaba la mirada y me miraba.
Ya en casa subo a mi habitación y me tiro a la cama, suspiro cansada y me quedo ahí por unos minutos. Siento la puerta abrirse, giro la cara y Will se acerca a mí.
Se sienta a mi lado en la cama y me da una nalgada, chillo y me doy vuelta.
-Cámbiate el uniforme- ordena, me paro y quedando frente a él y me quito la ropa quedando sólo en ropa interior.
-Estuviste distraída toda mi clase y no hiciste la actividad- su voz es severa, miro mis pies y jugueteo nerviosa con mis manos.
-Sin embargo, no te castigaré- dice y suspiro aliviada.
-Acercarte - ordena.
Quedo entre sus piernas, sus manos rápidamente bajan mis bragas y siento la cara roja de vergüenza, desabrocha mi sujetador.
-Mírame- ordena y niego con la cabeza con vergüenza.
Su mano hace una coleta con mi pelo y lo jala haciendo que lo mire.
-Separa tus piernas- Hago lo que ordena, veo una de sus manos viajar a mi sexo.
Gimo cuando siento uno de sus dedos entrar en mí y echo mi cabeza hacia atrás, lo mueve lentamente y jadeo. Con su otra mano masturba mi clítoris y vuelvo a gemir, siento mis piernas temblar, es una sensación demasiado placentera, introduce dos dedos en mí y soy todo jadeos. Estoy a punto de correrme y mete otro dedo en mí, un grito sale de mi garganta mientras alcanzo el clímax. Will me sujeta por la cadera y me acuesta sobre su pecho, mi respiración es irregular, mis ojos están cerrados.
-Me encanta lo sensible que eres, cariño- susurra cerca de mi oreja, mis mejillas están rojas. Acomodo un poco mi pierna y de casualidad toco con ella su miembro, está duro, su mano toma mi pierna y la aleja con suavidad de su miembro. Will está algo tenso y yo estoy avergonzada.
-Descansa un poco, cariño. Vendré en un rato más a despertarte para que avances en matemáticas- dice, pero su voz se vuelve más baja en lo último y me mira serio, asiento con la cabeza y me acomodo para dormir, Will me cubre con la sábana y deja un pequeño beso en mi frente.
***
-No entiendo...- murmuró un poco enojada.
Will en la última hora ha estado explicándome cómo hacer algunos ejercicios matemáticos, pero no los entiendo, de todas formas me distraigo con demasiada rapidez.
-Cariño esto no es difícil, sólo debes concentrarte y deja de distraerte mirando la habitación- dice lo último tomándome de la cabeza, ya que de nuevo mi mente anda deambulando por mis pensamientos.
- ¿En qué piensas Sophi? - pregunta acariciando mi cabello. Estoy sentada sobre sus piernas, estamos en su estudio.
-En nada, mi señor- murmuro, pero siento el peso de su mirada, sabe que le estoy mintiendo.
Su mano hace una coleta con mi cabello y lo jala fuerte haciendo que me duela un poco, gimo del dolor y lo miro.
-Te hice una pregunta- vuelve su mal humor, aún no puedo acostumbrarme a esto, Will es un bipolar de mierda, me encanta cuando es tierno, pero no cuando me "maltrata tanto" tengo algunas marcas hechas por él.
-Pensaba en que no me puedo acostumbrar a esto... Mi señor- murmuro, Will suspira.
-Cariño, esto no es algo que te acostumbras de una semana a otra, recién llevas conmigo un mes- dice y acaricia suavemente mi mejilla, cierro los ojos por su delicadeza y sonrio levemente.
Siento los labios de Will en mi frente besándome y va dejando pequeños besos alrededor de mi cara, suelto risitas y lo veo sonreír. De improviso lo abrazo apoyando mi cabeza en su hombro y suspiro, Will logra agotarme tanto física como emocionalmente, no sé como sentirme y solo siento culpa cada vez que me siento feliz estando con él.
Por fin es viernes. Mi semana estuvo tranquila, aunque es normal ya que recién están empezando las clases. Aún no logro hacer amigos y tampoco he logrado planear alguna forma de escapar, Will tiene todo demasiado controlado.
Estoy en el auto mirando por la ventana, pero no nos dirigimos a casa.
- ¿A dónde vamos? - pregunto acercándome al asiento de Will, desabrochando el cinturón de seguridad y apoyando mi barbilla en el respaldo de su asiento.
- Siéntate bien y abróchate- ordena, ruedo los ojos y hago lo que ordena.
-No me ruedes los ojos otra vez, tengo una sorpresa para ti, pero debes portarte bien- me da una mirada por el retrovisor. Vuelvo a estar sujeta al asiento y suspiro.
Después de minutos de viaje Will estaciona el auto en una calle, ambos bajamos. Will toma mi mano y caminamos un poco hasta quedar frente a un pequeño edificio de tres pisos, entramos y subimos hasta el último piso. Hay una puerta doble con un cartel arriba.
"Escuela de ballet juvenil"
Salto de emoción, cuando era más pequeña practiqué ballet, pero con los años mi madre no tenía dinero para costear esas clases así que lo dejé.
Entramos y es un espacio amplio con colores crema y café oscuro hay un gran espejo donde hay algunas chicas practicando junto a una mujer.
Ella al vernos se acerca.
-Que bien que llegaron, tú debes Sophi- comenta feliz, es una mujer de mediana edad sumamente guapa, es bastante alta para mí y con un cuerpo bien formado, viste con un vestido suelto color verde agua.
-Necesito que rellenen está ficha y desde el lunes puedes empezar a venir, Sophi- dice y nos entrega unas hojas ella se va y nos acercamos al escritorio. Will empieza a rellenar y yo sólo observo mi alrededor demasiado feliz. Siempre quise convertirme en una bailarina de ballet, pero hay veces que no todo puede ser posible. Pero con Will esto parece no ir. Con él todo se puede, está convirtiendo todos mis deseos en realidad. Sigo pensando, pero rápidamente mi sonrisa se esfuma.
¿Él cómo sabe esto?
Ese pensamiento inunda mi mente, yo dejé de practicar ballet a los 8 años y nunca le conté a él de esto, frunzo el ceño y lo miro. Will sigue escribiendo concentradamente, él puede ser demasiado misterioso, no sé de dónde puede sacar información de mí y eso me pone sumamente nerviosa, ¿qué más sabe o hasta donde?.
Sin embargo, el pensamiento desaparece cuando escucho la melodía de una canción clásica y giro mi cabeza para ver cómo las chicas bailan, quedo embobada en eso.
~Jul~
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Sí, mi señor
Random¡Por favor déjenme ir! - vuelvo a gritar sollozando. No sé hace cuanto estoy acá para está oscuro y huele muy mal, tengo mucho miedo, sólo quiero volver a casa, mi cabeza me duele mucho y tengo hambre. -Por favor, sólo quiero irme a casa- digo a la...