4

4.2K 162 41
                                    

-Sophi- susurran.

-Cariño, despierta- abro los ojos y lo primero que veo son los ojos de Will, bostezo y me friego los ojos, Will me hace una seña con la mano y me paro de la cama arrodillándome a sus pies.

-Buenos...- bostezo -días mi Señor- ríe levemente, me toma en sus brazos y me sienta en sus piernas.

-Dormilona ¿dormiste bien? - pregunta y yo sólo asiento con la cabeza en afirmación.

-Como hoy es sábado te dejé dormir más, pero, no te vayas acostumbrando- hace una pausa.

-Te irás a bañar, te pondrás la ropa que te dejaré sobre la cama y bajaras a desayunar, ¿entendido Sophi? - vuelvo a asentir.

-Quiero palabras- vuelve a hablar.

-Sí, mi Señor, entendí-

-Perfecto, entonces ve al baño-

Me paro de sus piernas y me dirijo al baño, me encierro en este y me acerco a la bañera.

20 minutos después salgo envuelta en una toalla, me acerco a la cama para ver lo que escogió y es patético.

Siempre odie usar faldas o vestidos y más el color rosa, parezco una niña, bufo molesta y me quedo mirando al espejo más del tiempo normal y para rematar debo usar unas bailarinas blancas. De verdad que odio como me veo, siento pasos en el pasillo y mi puerta es abierta. Will me mira y se ve un poco molesto.

- ¿Por qué has tardado tanto? - pregunta acercándose. Me siento en el borde de la cama rehusándome a salir así.

-Te hice una pregunta, Sophi- suspiro y levanto la mirada lentamente.

- ¿Puedo usar otra cosa, mi Señor? - le pregunto de forma sutil, su semblante cambia, me ve con una ceja alzada.

-Te ves muy hermosa así, y no, eso escogí para ti, y eso usaras-

-Pero mi Señor...-

-Pero nada Sophi, ya te dije- habla interrumpiéndome y su voz es fuerte y firme haciéndome saber que está enojado.

-Vamos a desayunar que se nos va a hacer tarde- me tiende su mano, pero no la tomo, ni me paro de la cama, sigo mirando mis manos que están en mi regazo.

-Sophi... vamos - es una orden y lo sé, pero no quiero salir vestida como una niña de 6 años.

-Si me haces repetirlo una vez más, antes de bajar te daré unas nalgadas que ya te estás buscando- tiemblo y me paro rápidamente de la cama acercándome a él.

El desayuno es sumamente tenso, aportando que estoy con un humor de perros, eso lo hace aún peor. Sólo he comido unos cuantos bocados y no quiero más.

-Todo- ordena Will, está sumamente serio y de verdad me asusta mucho, pero aun así no tengo más apetito como para comer.

-Te di una orden Sophi- subo lentamente la mirada y me encojo en la silla, de la nada mi labio empieza a temblar y mis ojos se cristalizan.

Me levanto de un salto de la silla y corro a mi habitación, encerrándome en el baño a llorar, me siento abrumada por todas las nuevas cosas que me están pasando, quiero mi antigua vida, la quiero ¡ya!, sigo sollozando fuertemente sin importarme que alguien me escucha. Se escuchan pasos y tocan la puerta.

-Sal de ahí en este instante- mi respiración se detiene y creo que hasta estoy pálida.

Me paro y abro lentamente la puerta del baño para encontrar a Will sentado en un borde de la cama, tiene las mangas arremangadas de la camisa.

-Acercarte Sophi- su voz es baja, pero sigue siendo dominante, me acerco temblando de miedo hasta quedar frente a él.

De un movimiento estoy sobre sus piernas boca abajo, me empiezo a mover de forma desesperada, me da una fuerte nalgadas y me quedo quieta del susto.

-Has sido una niña mala, Sophi- me da dos nalgadas seguidas que me hacen gritar.

-Esta vez quiero que cuentes y seguido debes decir "gracias, mi Señor", ¿entendido? - asiento con la cabeza.

- ¿Entendido? - insiste.

-Si, mi Señor- murmuro.

-Cuenta Sophi- me da la primera nalgada que me hace chillar.

-Uno, gracias, mi Señor- susurro y me vuelve azotar.

-D.. os, gracias, mi Señor-

Estoy boca abajo llorando, después del doloroso castigo en total fueron 30 nalgadas. Hace unos minutos Will se fue a buscar algo, pero no me importa lo que haga, lo único que quiero es que se mantenga lo más alejado de mí, él es malo.

Me toco levemente mi nalga derecha y está hirviendo, me quejo un poco por el ardor, estoy sin bragas y con la falda subida.

Veo de reojo a Will entrar y rápidamente giro la cabeza para que no sepa que lo miré sin su permiso, escucho sus pasos acercarse a la cama, se sienta a mi lado.

Doy un pequeño salto al sentir algo frío en mi culo.

-Esto hará que no te duela tanto, es un gel anestésico- comenta y no respondo nada, pero sigo igual de tensa.

***

Hago una mueca de dolor al sentarme en el auto, Will abrocha el cinturón de seguridad y me deja un beso en la frente, cierra la puerta y entra al lugar del conductor.

Por lo que me dijo, vamos al centro comercial para comprar mi uniforme escolar, sí, entraré a un instituto por lo que él me dijo y necesito útiles y demás para el instituto, también pasaremos al supermercado por comida o qué sé yo.

En si hubiese preferido no salir de casa y menos salir vestida como una niña, pero no me quiero ganar otro castigo así que decidí no decir nada y obedecer.

Estoy sentada dentro del auto mientras espero a que Will termine de poner todo en el maletero, ya son las 7 pm, estuvimos afuera casi toda la tarde. Estoy demasiado cansada, voy cerrando los ojos lentamente.

***

Despierto y está todo iluminado levemente por una cálida luz, giro la cabeza y a mi lado está Will con su portátil en las piernas, su cabeza gira para mirarme y sonríe.

-Despertaste justo a tiempo, cariño- dice para tomarme en sus brazos y sentarme en sus piernas, miro mis manos jugueteando con ellas mientras que Will acaricia mi cabello, posa su mano en mi mentón y lo sube para mirarlo.

-Vamos a cenar, cariño- asiento un poco adormilada y me paro de sus piernas.

La cena consta de carne al horno con ensalada, nunca me gustaron mucho las verduras, pero aquí estoy haciendo mi mayor esfuerzo para no ser regañada, o peor, ser castigada. De nuevo tengo demasiado sueño como para seguir comiendo. Will lo nota y sólo asiente con la cabeza lo que significa que puedo irme a dormir.

Estoy terminando de lavar mis dientes y la puerta del baño es abierta, salto del susto y Will ríe levemente.

-Disculpa, cariño, no quise asustarte- salgo del baño detrás de él, Will se sienta en el borde de la cama y me arrodillo a sus pies.

-Buenas noches, mi Señor- me paro y él me toma en sus brazos y me abraza fuertemente, me acuesta en la cama y se acuesta a mi lado boca arriba.

Me pongo tensa por la situación. Will me acomoda y quedo con mi cabeza en su pecho, no sé porqué no simplemente se va a su habitación y me deja en paz.

Con el paso de los minutos me voy relajando y cierro los ojos.

-Descansa, mi princesa-

~Jul~

Sí, mi señorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora