En los últimos días, un mandril llamado Rafiki, a punto de ser un mayusi real, había estado experimentado con él—Bien Taka, se que no servirá de nada, ya que tú herida dejó de sangrar, pero, al menos te ayudará a que sane rápido —. Rafiki le había puesto un parche con hierbas «Curanderas» para su herida y evitar a que se infectara.
—Gracias mayusi — dicho esto, el mandril, comenzó a hacer movimientos extraños, muy “Mandrilescos”.
—No me digas mayusi, te doy el permiso de me llames por mi nombre.
—¿Rafiki? ¿Quieres que te diga, Rafiki?— El mandril asintió con la cabeza. Después tomó su bastón, abrazó al príncipe y se subió a su árbol. El cachorro lo observó desaparecer entre las ramas de su árbol.
Scar dió media vuelta y se marchó del lugar. Mientras caminaba reflexionaba si dar media vuelta para ir con sus mejores amigas las hienas o dirigirse a la roca del rey.Se subió a un árbol, para evitar cualquier distracción. Después de un rato bajó del árbol, un poco confundido. Alzó la cabeza y dió media vuelta para dirigirse al cementerio de elefantes. Pero chocó nariz con nariz con otro león. Taka se quedó paralizado ante esa situación.
—Hola —, el león no era más grande que el, ni de edad, solo lo superaba, un poco, de tamaño, sus ojos rojos, una línea en la cabeza como la de su amiga y un mechón café. Taka dió un paso hacia atrás.
—¿Quién eres?
—¿Que quién soy yo? No me extraña la pregunta, Taka.
—¿Cómo sabes mi nombre, león?
—Porque. Soy. Un ¿Súbdito? —Taka se maldijo en eso momento por lucir estúpido ante ese león.
—¿Cuál es tu nombre, súbdito mío? —ambos rieron ante el chiste que había hecho.
—Me llamo... Bien mi nombre es... hum... —el momento del león era en duda y sospechoso, hasta que se lo inventó —... ¡Amaziah!... Emh... Si Amaziah.
—Fabuloso, Amaziah.
—¿Quieres saber lo que significa? —el joven león se puso en una posición el la que un cachorro de perro hace para jugar, parte delantera abajo y parte trasera arriba.
—¿Los nombres tienen un significado? — el príncipe cuestionó lo que el joven le había dicho.
—Claro que sí. No por nada tus padres te pusieron ese nombre. Significa “La Fuerza de un Dios”.
Taka bajó un poco la mirada para reflexionar lo que había dicho. Amaziah aprovechó su distracción para poder tumbarlo. Sin pensarlo dos veces se abalanzó a él, de nuevo pegando nariz con nariz, el momento fue de cámara lenta para los dos, la sonrisa y los ojos malévolos hacían, que, para Taka, fueran un poco desafiantes. En el momento en que Taka sintió el suelo, utilizó toda su fuerza para darle una vuelta de 360° haciendo una circunferencia.
La expresión de Amaziah cambió completamente al caer la tierra.
— Eres muy hábil, ¿Lo sabías?—. Amaziah se escuchaba agitado. El de mechón negro simplemente hizo una expresión sin decir nada —. Pero a la vez eres un tonto.
Ambos rieron ante el comentario, Taka se quitó de encima y comenzaron a caminar por el perímetro de las praderas. Platicando. Hasta que Amaziah lanzó un grito ahogado. Miró hacia atrás.—¿Qué sucede? —. Cuestionó el príncipe intrigado.
—Me tengo que ir... — el recién conocido pegó la carrera.
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No el león no es 🏳️🌈
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Antes del rencor y la muerte
FantasyEn esta lectura se relata la historia de Scar, el primogénito del gran rey Ahuadi y la gran y respetable reina Uru. El pequeño león pasó obstáculos, que, poco a poco, su corazón bueno que tenía se fue tornando obscuro, rencoroso y vengativo.