Kurojin, el príncipe Profano

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Al día siguiente, Rin salió de su habitación temprano, todavía procesando todo lo que había sucedido el día anterior. El bosque que rodeaba las instalaciones de la Agencia estaba tranquilo, pero Rin sabía que esa calma era un simple disfraz para los peligros que acechaban más allá. Mientras caminaba hacia el área común, vio a Kira, quien parecía estar preparándose para algo. Llevaba su equipo, su arco espiritual colgando en su espalda, y una mirada de concentración que no solía mostrar.

—¡Hey, Kira! —llamó Rin, acercándose.

Kira lo miró, su expresión suavizándose un poco al verlo. Habían entrenado juntos bastante durante las últimas semanas, y aunque su relación había comenzado con cierta distancia, ambos habían comenzado a respetar la fuerza y la determinación del otro.

—Rin —dijo ella, ajustándose una de las correas de su arco—. Tengo una misión hoy. Me han asignado a un equipo para investigar una anomalía espiritual en una ciudad cercana.

Rin arqueó una ceja, curioso. Todavía sentía el peso de lo que había pasado en su misión reciente, pero también sabía que las misiones eran parte esencial de su vida ahora. Estaba intrigado por lo que Kira estaría enfrentando.

—¿Dónde se llevará a cabo? —preguntó, cruzando los brazos con interés.

Kira miró su dispositivo de comunicación, donde aparecían los detalles de la misión, y luego levantó la mirada hacia Rin.

—Es en las afueras de Shibuya, en un distrito residencial —respondió—. Han habido informes de desapariciones y actividad demoníaca en una vieja mansión abandonada. Mi equipo y yo vamos a investigar, pero al parecer no es una misión de alto riesgo. Solo es una misión de rango B, así que no debería haber demasiados problemas... o eso espero.

Rin asintió, pero no pudo evitar sentir una pequeña preocupación. Las misiones nunca eran tan simples como parecían, y él lo sabía mejor que nadie después de su última experiencia. Había aprendido que incluso los informes más comunes podían ocultar algo mucho más oscuro.

—¿Quiénes van contigo? —preguntó, intentando no sonar demasiado preocupado.

Kira sonrió ligeramente, reconociendo la inquietud en su voz.

—Iré con Aoi y otro cazador de rango B. No te preocupes tanto, Rin. Sabes que Aoi es uno de los mejores aquí. Será una misión rápida y limpia.

Rin se relajó un poco al escuchar que Aoi estaría en la misión. Aunque aún estaba nervioso, confiaba en las habilidades de Kira y Aoi. Sabía que podían manejarse en situaciones peligrosas, pero aún así, no podía evitar preocuparse por sus amigos.

—Bueno, si necesitas refuerzos, solo avísame —dijo Rin, esbozando una sonrisa ligera—. Ahora soy de rango C, ¿recuerdas? Puedo echar una mano si las cosas se complican.

Kira sonrió, alzando una ceja ante la broma de Rin.

—No te emociones demasiado, novato —respondió con una sonrisa burlona—. Solo porque subiste de rango no significa que estés listo para salvar a todos. Pero... gracias. Te avisaré si las cosas se ponen feas.

Rin asintió, satisfecho con la respuesta. Aunque había cierta tensión entre ellos debido a las misiones y los peligros que enfrentaban, su vínculo de camaradería se había fortalecido, y ambos sabían que podían contar el uno con el otro cuando las cosas se complicaban.

Kira se preparó para irse, mientras Rin la observaba con cierta admiración, aunque intentaba no mostrarlo demasiado. Kira era fuerte, decidida, y había demostrado ser una cazadora excepcional. Aunque no lo diría en voz alta, estaba seguro de que ella sería capaz de manejar cualquier cosa que la misión le lanzara.

Agencia de Protección Espiritual. A.P.E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora