Eternal-Regulus Black y tu

Bajo las estrellas

22 de diciembre de 1972, Hogwarts

La niebla de invierno cubría el castillo de Hogwarts, y los estudiantes se apresuraban a empacar sus pertenencias para el viaje a casa. Luz Malfoy se encontraba en la sala común de Slytherin, revisando su equipaje mientras conversaba con Dorcas sobre sus planes para las vacaciones.

De repente, la puerta se abrió y Regulus Black entró, con el rostro iluminado por una mezcla de nerviosismo y determinación. Luz levantó la vista, sintiendo un ligero cosquilleo en su estómago al verlo. Había algo especial en la forma en que siempre la miraba, como si en ella encontrara un refugio.

—Hola, Luz —dijo Regulus, acercándose a ella—. ¿Tienes un momento?

—Claro, Regulus. ¿Qué sucede? —preguntó Luz, dejando de lado su mochila.

—Quería preguntarte si te gustaría acompañarme a casa para Navidad —dijo, con un leve sonrojo en sus mejillas—. Sé que puede sonar extraño, pero me gustaría que estuvieras allí. Es solo una pequeña reunión familiar.

Luz sintió su corazón latir más rápido. La idea de pasar las vacaciones con la familia Black era emocionante y aterradora al mismo tiempo. Sin embargo, la calidez en la mirada de Regulus la hizo sentir que debía aceptar.

—Me encantaría, Regulus —respondió, sonriendo—. Siempre he querido conocer tu hogar.

Regulus sonrió, aliviado y feliz.
—Perfecto. Salimos el día de Navidad.

24 de diciembre de 1972, Casa Black

La casa de los Black era un lugar magnífico, adornada con luces y decoraciones navideñas que brillaban a la luz de las velas. La cena de Navidad se había convertido en una celebración llena de risas, historias y la compañía de los mellizos. Sirius y Lyla se aseguraron de mantener la atmósfera ligera, contando anécdotas y haciendo bromas, mientras Luz se sentía cada vez más cómoda en la compañía de Regulus.

—No puedo creer que finalmente estés aquí —le susurró Lyla a Luz, mientras estaban sentadas en la mesa—. ¡Este lugar es un caos, pero me encanta!

—Es hermoso —respondió Luz, observando los detalles de la casa—. Gracias por invitarme.

Con el transcurrir de la noche, los fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo. Todos se acercaron a la ventana para disfrutar del espectáculo. Pero mientras el resto se divertía, Regulus y Luz intercambiaron miradas cómplices.

A las 11:50, Luz sintió una sensación de inquietud. Sin pensar demasiado, le dijo a Regulus:
—¿Quieres salir al techo? Podríamos ver las estrellas.

Regulus asintió con entusiasmo. Juntos, se escabulleron fuera de la casa y subieron las escaleras que conducían al techo. Una vez allí, se sentaron en el borde, mirando hacia el vasto cielo nocturno, lleno de estrellas brillantes.

—Es hermoso —dijo Luz, respirando profundamente el aire fresco—. No he visto tantas estrellas desde que llegué a Hogwarts.

—Es uno de mis lugares favoritos —respondió Regulus, observando cómo los ojos de Luz brillaban al reflejar la luz de las estrellas—. Me alegra que estés aquí.

A medida que el reloj se acercaba a la medianoche, la emoción crecía en el aire. Cuando las campanas comenzaron a sonar, Luz sintió que su corazón latía con fuerza. Justo a la medianoche, los fuegos artificiales estallaron en el cielo, llenando la noche con colores vibrantes y un sonido retumbante.

Regulus giró su cabeza hacia Luz, quien estaba absorta en el espectáculo. Ella sonrió, atrapada en la magia del momento. En ese instante, comprendió que esta Navidad sería diferente; no solo por los fuegos artificiales, sino por la conexión que comenzaba a formar con Regulus.

—Feliz Navidad, estrellita —dijo Regulus, sus ojos brillando con la luz de las estrellas.

la rubia se sonrojo un poco por el apodo—Feliz Navidad, Regulus —respondió ella, sintiendo una calidez en su pecho—. Gracias por invitarme.

Mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo, Luz y Regulus compartieron una sonrisa cómplice, sabiendo que esta noche marcaría el comienzo de algo especial entre ellos.

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Este cap es corto, pero, espero les guste.

Muak, besos.