Adelantando cursos

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Hola! 

les dejo la actualización. 

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—Joven Gojo... ¿Cuánto tiempo se quedará el joven Itadori? No creo que podamos esconderlo por mucho tiempo.

—Solo será por un par de días, las cosas aún están tensas. Además, le prometí a sus hermanos que estaría a salvo. Pensé que Yuji te agradaba ¿Cuál es el problema?

—Es que joven Satoru... el joven Itadori siempre...

—¿Siempre que?

—Siempre está ayudando —contestó Ichiji con pesar. —Le pido que no haga nada y... ¡cuando me doy cuenta está colaborando! Si estoy ordenando la casa, él levanta las cosas y me da consejos de limpieza, sí el jardinero está en el jardín; lo ayuda a podar los árboles, las plantas y el pasto, incluso puso el abono; ¡EL ABONO JOVEN GOJO! Además, cuando los cocineros están preparando los platillos del día siempre está ahí preguntando sobre los ingredientes y tomando notas... Lo que quiero decir es... es que... ¡EL JOVEN ITADORI NO SABE SER UN INVITADO EN ESTA CASA!

—Hahahaha ¿Cómo eso va a ser un problema?

—A este ritmo... sus padres lo van a encontrar; van a estirar su mano y el joven Itadori les extenderá el agua o el wiski. —Ichiji se acercó a Satoru para decir en voz baja: —Puede que incluso lo traten como uno de los empleados del aseo... y lo peor de todo... por la naturaleza del joven Itadori... él... —Ichiji tragó saliva. —Él, los atendería sin problema.

—Hahahaha, ¿Por qué Yuji haría eso?

—¡PORQUE YA SABE DONDE ESTÁ TODO EN ESTÁ CASA! Le aseguro Joven Gojo que el joven Itadori conoce más está casa que usted.

—Entonces, ¿El problema es que Yuji no sabe ser un invitado?

—Exactamente —respondió Ichiji con entusiasmo de ser finalmente comprendido.

—Sería un problema que mis padres lo reconocieran, pero...

—¡Joven Gojo no lo entiende! Dígale que se detenga —dijo con insistencia. —¡Por favor!

—Sigo sin entender porque te preocupa.

—Porque... porque... porque... ¡nos vamos a encariñar con él!

—¡HAHAHAHAHAHAHA!, Ichiji —dijo Satoru inclinándose para mirarlo a los ojos. —Cuando todo esto termine, Yuji no se irá a ningún lado; aunque no sé si el que nos deje seas tú; después de todo, tienes derecho a vivir la vida que quieras.

—Joven Gojo... siempre pensé que... yo...

—Ichiji, siempre estuviste ahí para mí. No importa si era parte de tu trabajo. Era imposible ignorar tu presencia. Gracias por tus servicios todos estos años.

Carreras ilegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora