¿Qué le pasa a Satoru?

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HOLA!!!

AQUI ACTUALIZANDO...

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"Itadori, el día de hoy debes ser muy comprensivo con Satoru" —le dijo Nobara de la nada.

"Itadori, no hagas enojar a Satoru" —le dijo Maki.

"Si llora de repente por cualquier cosa que le digas, no lo regañes" —le dijo Momo.

"Si Satoru está enojado no lo contradigas aunque esté equivocado, no arreglarás nada y solo lo harás enojar más" —le dijo Mai mientras desayunaban.

Cosas similares estuvieron comentándole las chicas durante toda la mañana y ciertamente notó en Satoru una sensibilidad mayor a la normal. Cuando chocó de repente con él en la mañana lo miró con desprecio, cuando le preguntó si quería pan le dijo que seguramente quería verlo enfermo durante la carrera para que Megumi ganara, y finalmente lo vio despedirse muy emotivamente de las chicas cuando se dirigían hacia el lugar donde sería la segunda prueba.

—Estás muy callado. ¿Todo está bien?

—Estoy concentrado.

—¿Seguro? Más bien pareces molesto.

—No estoy molesto y sí lo estuviera, deberías saber por qué.

—Hahaha, ¿Lo dices enserio? ¿Cómo voy a saberlo?

—No te rías, sabes que... no quiero hablar de eso. Ojos en la pista.

Yuji obedeció y condujo en silencio por varios metros.

—¿No vas a insistir para saber que me pasa?

—¿Me vas a decir?

—NO. Pero seria lindo que intentaras sacarme la razón, eso por lo menos mostraría un poco de interés.

—¿Qué? Pero si te estoy preguntando y no quieres decirme. Tampoco quiero insistir y que te enojes conmigo.

—Sabes qué... No. De ja lo así. Ya entendí que no te importa.

"Piv piv" sonó el claxon del auto a un lado del suyo. Yuji bajó la ventana y saludó con alegría a los ocupantes del otro vehículo que no era otros que Togue y Megumi, junto a ellos estaba Mai y Todou. Sus amigos le hicieron señas para que compitieran por el primer puesto por gusto. Yuji aceptó y dejó que sus amigos se adelantaran para iniciar la persecución.

—No aceleres.

—Pero...

—¿Quieres hacerme enojar o es acaso que pretendes otra cosa?

—¿Aparte de ganar? —dijo Yuji intentando ser gracioso, pero no lo consiguió.

—Dilo, quieres verle la cara al feo ese... —dijo chasqueando los dedos con desprecio.

—¿A quien?

—Al pelos de erizo ese... Clarito vi como te pusiste contento al verlo.

—¿Estas celoso de Megumi? Oye, eso quiere decir que... ¡¿Yo también te gusto?! ¿Entonces me darías un besito?

—¿Yo? ¿De una papa como tú? Ya quisieras... ¡Aleja tus labios de mí! ¡Ojos en la pista!

—Supongo que tienes razón. Aunque fue bonito pensar por un momento que era real.

La sonrisa que Yuji le dedicó hizo que el corazón de Satoru se acelerara, pero se convenció a si mismo que eran los nervios de la carrera y repasó mentalmente todos los planos que Mechamaru le había mostrado, debía ser rápido física y psicológicamente para no perder contra corredores con más experiencia.

Carreras ilegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora