Barrio

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Saludos estimados lectores. 

Si les gusta esta historia dejenmelo saber en los comentarios. 

-Iniciamos con el capitulo: 

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Cuando Satoru Gojo despertó la mañana del jueves por el olor de la comida recién hecha, jamás se imaginó que esa misma noche terminaría sentado nuevamente en el asiento del copiloto del joven maniático del volante compitiendo por conseguir un ansiado patrocinador en una desquiciada carrera ilegal que podía terminar con su vida.

—Hoy no puedo quedarme. Tengo una importante carrera a la que no puedo faltar.

—Entonces voy contigo.

—No creo que sea lo correcto. Me refiero a que no es como las carreras a las que estas acostumbrado.

—¿A qué te refieres? Viniendo de ti, lo más probable es que se trate de una carrera con chatarras que se destartalan y se desbarajustan.

—Ha haha. No tienes ni idea Satoru Gojo. No tienes ni idea. Termina tu desayuno.

Esa actitud de superioridad le molestaba. ¿Quién se creía ese inculto para decirle eso? Así que comió los panqueques más deliciosos que había probado en su vida sin decirle lo mucho que le gustaron y guardó silencio, castigando a Yuji con su indiferencia. Pero a los pocos segundos, al no recibir algún comentario sobre su actitud, se percató que Yuji estaba perdido en sus pensamientos mientras bebía café.

—¿Es muy importante la carrera de hoy? Lo digo porque estas rechazando la increíble invitación de Satoru Gojo para quedarte en su casa y disfrutar de todo lo que hay en ella.

—Si lo es. ¿Te gustó el desayuno?

—He probado mejores.

—No lo dudo.

Yuji se levantó de la silla y caminó hacia Satoru, provocando que se pusiera nervioso, aun recordaba las palabras que había dicho el extraño por el teléfono la noche anterior ("usa condón"), dejando a ambos jóvenes en un silencio que Yuji rompió con una risa.

Al verlo acercarse recordó como el corazón le latió con rapidez al despertar junto a él después de haber bebido y jugado todos sus videojuegos como si no hubiera un mañana. Tuvo que fingir estar dormido y esperar a que Itadori se levantara para así fingir que nunca tuvo esa reacción, después de todo, Yuji se levantó sin problema alguno al despertar, e incluso fue amable al llamarlo a desayunar.

Satoru cerró los ojos cuando sintió la mano de Yuji acariciar su cabello y seguir de largo.

—Te voy a extrañar —le escuchó decir a su espalda. —Eres hermoso y no me dejaste dormir porque te movías mucho por la noche, pero amé que te durmieras en mis piernas. Eres muy calientito.

—¡OYE! ¡¡¿QUÉ-E DE-DEMONIOS ESTÁS DICIENDO?!! —levantó la voz con el rostro rojo.

—Que voy a extrañar a Satonyan. Aún no puedo creer que le pusieras tu nombre. Hahaha. Eres demasiado egocéntrico —dijo bajando al felino de su regazo.

—Yo no le puse el nombre. Fue mi mejor amigo porque dice que se parece a mí.

—Pues eso sí. Quisiera llevarlo conmigo para que mis hermanos pudieran sentir ¡esta suavidaaddd! ¿Terminaste?

Gojo regresó a la silla. Con enojo devoró su desayuno. Estaba molesto por haber malinterpretado la situación. Afortunadamente Yuji era un tonto o solo fingió no darse cuenta de su reacción y eso le molestaba aun más.

Carreras ilegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora