GUARDIAN ANGEL 【CROSSED DESTINIES】

(8) Maternidad y Obsesión

Angelis flotaba en el cielo, observando a una pequeña que compartía sus mismos rasgos. La sonrisa de la niña le daba una calidez a su corazón, a la vez que suspiraba por la nostalgia.

Angelis: Mi pequeña... te extraño todos los días.

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En la prisión de Flori, dos figuras permanecían en las celdas del fondo. Jack y Beelce, separados, estaban sentados en la oscuridad, sus poderes sellados para evitar cualquier intento de fuga. Las antorchas mostraban sombras que apenas se movían por las llamas.

Vei Ra había venido a visitarlos, con su cara serie. caminó hasta la celda de Jack.

Vei Ra: Hey

Beelce levantó la vista

Beelce: Miren quién llegó, el niño Darkin. Primero nos humilla, luego viene como si nada.

Jack: ¿Qué buscas, niño? ¿No tienes mejores cosas que hacer?

Vei Ra cruzó sus brazos. Había venido con algunas dudas

Vei Ra: Necesito saber... ¿Qué diablos eres?

Jack se echó a reír, mientras movía su cabeza de lado a lado.

Jack: Jejeje... ¿No lo sabes? Soy Jack'O Lantern, el rey de Halloween. Una de las tantas leyendas festivas.

Vei Ra: ¿Leyendas festivas?

Jack: Sí, somos los espíritus que emergen con nuestras respectivas celebraciones. Yo soy el espíritu de Halloween, el que asusta, roba dulces, aparece en la noche más oscura del año para sembrar un poco de caos por diversión. El... rey de Halloween, si quieres llamarlo así. Aunque, como rey, no tengo reino. No tengo nada, realmente. Solo salgo un día, y vuelvo a desaparecer. Nunca he tenido un propósito verdadero. Ni siquiera cuando intenté robarme la Navidad. Eso salió... mal.

Vei Ra levantó una ceja, tiene algún recuerdo de ese sabotaje festivo.

Vei Ra: Me suena... algo.

Jack: Sí, no fue uno de mis mejores momentos. La gente dice que soy una leyenda innecesaria. Que no valgo nada, que mi existencia no tiene sentido. Todos prefieren al Santa Claus, o al Conejito de los huevos.

Vei Ra lo miró en silencio. Las palabras de Jack le resultaban extrañamente familiares. Esa lucha interna por encontrar un propósito, por entender por qué existe y para qué. Sabía lo que era sentirse perdido, sin dirección.

Vei Ra: Si algo aprendí, es que destruir lo que no entiendes o no puedes controlar... no llena ese vacío. No importa si es un pueblo... o una persona. La destrucción no te traerá nada.

Jack se quedó callado. Por un momento, pareció más vulnerable, como si las palabras de Vei Ra hubieran tocado una fibra sensible.

Jack: Como si alguien como tú pudiera entenderlo...

Vei Ra: Lo entiendo más de lo que crees.

Hubo un momento de silencio, una pausa en la que ni Jack ni Beelce supieron qué decir. Vei Ra dio un paso atrás, listo para irse, pero antes de marcharse, volvió a mirar a Jack.

Vei Ra: Por eso es mejor que te quedes aquí. Si alguna vez encuentras una razón, un propósito que no dependa del caos, tal vez podamos hablar de nuevo.

Jack no respondió, simplemente miró a Vei Ra hasta que la figura del chico desapareció tras la puerta.