Anton estaba preocupado por So Hee. Llevaban quince minutos sentados en una de las mesas del casino de la escuela, pero So Hee todavía no había probado la comida, lo cual era curioso, considerando que So Hee siempre tenía hambre.
―¿Estás bien? ―le preguntó Anton, quien estaba a punto de terminar su almuerzo.
So Hee asintió con la cabeza, pero su mirada ausente lo delataba. Ni siquiera había escuchado lo que Anton le había dicho.
―So Hee ―lo llamó Anton, agitando una mano delante del rostro de su amigo.
―¿Sí? ―susurró So Hee. Su cabeza era un torbellino de ideas. La cercanía de Eun Seok era tan estresante para él que lo hacía sentir enfermo. Desconocía que la magnitud de su timidez era tan monstruosa hasta que Eun Seok había irrumpido en su tranquila existencia―. ¿Por qué no puede dejarme en paz? ―inquirió, hablando para sí mismo.
―¿De quién hablas?
Anton conocía la respuesta, pero quería que So Hee se lo contara. Por un momento, creyó que So Hee le mentiría y le diría que había discutido con alguno de sus compañeros de coro o alguna tontería similar, pero el chico estaba tan inmerso en su propia cabeza que ni siquiera trató de mentir.
Si So Hee hubiera estado mirando a Anton, se habría dado cuenta de que su amigo se había puesto repentinamente tenso y que miraba un punto detrás suyo. No obstante, para cuando se dio cuenta, ya era demasiado tarde.
―¿Puedo sentarme? ―preguntó Eun Seok. El chico sostenía su bandeja con ambas manos y esperaba pacientemente una respuesta.
―Claro que sí ―dijo Anton.
So Hee se había quedado paralizado al escuchar la voz de Eun Seok.
―Soy Eun Seok ―se presentó el recién llegado, sonriéndole a Anton.
―Me llamo Anton ―le informó Anton―, y soy el mejor amigo de So Hee ―añadió, orgulloso.
―Ya veo... ―comentó Eun Seok. Tomó la manzana que había en su bandeja y le dio un mordisco.
Después de un incómodo silencio, Eun Seok dijo:
―¿Qué piensas sobre mi oferta, So Hee?
Anton alzó las cejas, pero no dijo nada.
―Es muy amable por tu parte querer ayudarme, pero... estoy bien ―respondió So Hee. La idea de estar a solas con Eun Seok durante un par de horas le producía dolor de estómago.
Eun Seok parecía un poco desilusionado, pero no insistió.
―De acuerdo ―dijo, sonriendo.
―¿Ayudar a So Hee con qué? ―se interesó Anton. So Hee le dio una patada por debajo de la mesa―. ¡Ay! ―chilló Anton.
Eun Seok, dándose cuenta de lo que había ocurrido, se rió disimuladamente.
―Básicamente, me ofrecí a ser el tutor de So Hee ―dijo, respondiendo a la pregunta de Anton.
―¿En serio?
―Sí. Me dijo que estaba preocupado por los exámenes, así que, como tengo buenas calificaciones, quise ayudarle.
Anton se moría por saber cuándo So Hee había hablado con Eun Seok sobre los exámenes, pero no era el momento adecuado para interrogar a su amigo.
―Genial ―dijo Anton―. So Hee es pésimo en historia y matemáticas.
So Hee le dio otra patada a Anton, pero, a pesar del dolor, este lo ignoró.
Eun Seok apoyó la mejilla en el dorso de su mano y le lanzó una mirada a So Hee.
―¿Seguro que quieres rechazar mi ofrecimiento? ―le preguntó.
So Hee miraba fijamente su plato para evitar la mirada de Eun Seok. Si volvía a encontrarse con esos ojos hipnotizantes, no sabía lo que podría sucederle.
"Un paro cardíaco, tal vez...", pensó.
―Eh...
―¿Es gratis? ―inquirió Anton.
―Por supuesto ―respondió Eun Seok.
―Fantástico ―Anton extendió la mano por sobre la mesa, agarró el antebrazo de So Hee y lo zarandeó―. ¡Alégrate! Tienes un tutor particular gratis.
―He dicho que...
―¡No seas orgulloso! ―le espetó Anton. Luego, volviéndose hacia Eun Seok, agregó―: Nunca le ha gustado aceptar la ayuda de otros.
So Hee estaba extremadamente avergonzado. Anton aprovechó el estado catatónico en el que se encontraba su amigo para organizar las "clases particulares" con Eun Seok. Intercambiaron números de celulares, y obviamente Anton le dio el número de So Hee a Eun Seok.
Lo que estaba pasando era demasiado surrealista para So Hee. Su mejor amigo y su crush estaban planeando una cita en frente de él, pero se sentía como si no formara parte de la ecuación.
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𝐓𝐓𝐘𝐋♥ | 𝘙𝘐𝘐𝘡𝘌
Fanfiction"Got you, you got me" So Hee tiene un crush secreto. Cree que nunca hablará con él, por lo que se conforma con mirarlo desde lejos. Sin embargo, todo cambia durante un partido de básquetbol.