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El siguiente lunes, So Hee trató de evitar a Anton. Había estado ignorando sus mensajes todo el fin de semana.

Sin embargo, pasar de Anton era prácticamente imposible, puesto que ambos compartían casi todas las asignaturas.

―¿Por qué faltaste a tu cita con Eun Seok? ―inquirió Anton. Lo había esperado afuera del salón.

―No era una cita ―corrigió So Hee―. Simplemente era una sesión de estudio...

―Ni siquiera tuviste la decencia de avisar que no te presentarías ―le espetó Anton, indignado.

―No creo que fuera necesario.

Anton se enfureció aún más.

―Me llamó cinco veces, So Hee. ¡Cinco!

So Hee se sorprendió.

―¿De verdad?

Cuando, el domingo por la mañana, había vuelto a encender su celular, descubrió que tenía cientos de mensajes ―literalmente― de Anton, pero sólo uno de Eun Seok, el cual, obviamente, no había respondido.

―¿Por qué te mentiría? ―replicó Anton―. Eun Seok pensó que te había pasado algo malo. ¡Yo también lo creí al principio!

―Pero estoy bien ―masculló So Hee.

―Sí, mira cuánto me alegro ―Anton fulminó con la mirada a So Hee.

―Déjame en paz.

So Hee pasó junto a Anton, impaciente por irse y dar por terminada la conversación. Estaba a punto de conseguirlo, pero entonces Anton le hizo una pregunta:

―¿Al menos te disculpaste con él?

So Hee se detuvo y negó con la cabeza. Había pensado en escribirle un mensaje breve, pero al final no se había atrevido a hacerlo.

Anton suspiró.

―No vuelvas a hablar con Eun Seok si no quieres, pero al menos ten el coraje de pedir perdón.

―Está bien ―dijo So Hee―. Lo haré.

Anton reconoció perfectamente aquel tono de voz; era el que su amigo solía emplear cuando quería terminar una discusión lo más rápido posible. Pero esta vez era diferente y Anton no dudó en recordárselo.

―Le hiciste perder el tiempo, ¿sabes? Estuvo tres horas esperándote.

So Hee sintió que las palabras de Anton eran como golpes.

―¿Tres? ―susurró, estupefacto. Se dio la vuelta y miró a Anton―. ¿Por qué?

―Creo que le gustas, So Hee ―sentenció Anton―. Y..., bueno, yo estaba convencido de que también te gustaba. Pero... supongo que me equivoqué, ¿no?

So Hee quiso negarlo, pero no fue capaz de abrir la boca. Todavía le daba miedo decir en voz alta lo mucho que le gustaba Eun Seok. 

𝐓𝐓𝐘𝐋♥ | 𝘙𝘐𝘐𝘡𝘌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora