La cita comenzó en un parque cercano, donde el aire fresco y el canto de los pájaros creaban el escenario perfecto para despejar la mente. Shinso te tomó de la mano con una delicadeza que te hizo sentir segura. A cada paso que daban, la tensión de la mañana se iba desvaneciendo, reemplazada por una ligereza que no habías sentido en días.
El parque estaba adornado con flores que daban vida a cada rincón. Decidieron sentarse en un banco bajo un frondoso árbol, donde la luz del sol se filtraba a través de las hojas, creando un juego de sombras en sus rostros.
—Me alegra que hayamos salido —dijo Shinso, mirando al horizonte. Su voz era suave y llena de sinceridad.
—Sí, necesitábamos esto —respondí, sintiendo cómo la calidez del momento te envolvía.
Mientras disfrutaban de la tranquilidad, Shinso te miró con una intensidad que te hizo sentir mariposas en el estómago. La conexión entre ustedes era palpable, como si todo lo demás se desvaneciera. Sin pensarlo, decidiste acercarte un poco más. Sus miradas se encontraron, y la química que compartían era innegable.
—¿Te gustaría ir a buscar un helado? —sugirió Shinso, rompiendo el silencio.
—¡Claro! Me encantaría —respondí, sonriendo al imaginar el momento.
Caminaron juntos hacia un pequeño quiosco que vendía helados, el aroma dulce del azúcar flotando en el aire. Al llegar, Shinso te miró con complicidad.
—¿Cuál es tu sabor favorito? —preguntó, intentando hacerte reír.
—Chocolate, sin duda —dijiste, sintiendo que el simple gesto de estar juntos hacía que todo fuera especial.
—Perfecto, entonces yo también —dijo, comprando dos conos.
Se sentaron en una mesa cercana, disfrutando de sus helados. Cada bocado era un deleite, y mientras saboreaban el dulce, las manos de Shinso se encontraron con las tuyas. Esa conexión, tan natural y fluida, te hizo sentir que no había nada de qué preocuparse.
—Este día es perfecto —dijiste, mirándolo a los ojos.
—Sí, y es gracias a ti —respondió él, acercándose un poco más, como si quisiera que el mundo se detuviera en ese instante.
Te sonrojaste, pero antes de que pudieras responder, Shinso se inclinó hacia ti, y sus labios se encontraron en un beso suave. Era un beso lleno de promesas, que hablaba de un futuro en el que podían ser felices juntos. Sus labios eran cálidos y dulces, y te sentiste envuelta en un manto de seguridad.
—Wow, eso fue… —comenzaste, pero Shinso te interrumpió.
—Sí, fue especial —dijo, sonriendo mientras te acariciaba la mano.
Continuaron su paseo por el parque, el ambiente ahora cargado de una energía vibrante. Encontraron un pequeño lago donde las aves chapoteaban, y decidieron sentarse en un banco junto al agua. La vista era hermosa y la serenidad del lugar te hacía sentir más tranquila.
—¿Sabes? —comenzó Shinso—, desde que te conocí, todo ha cambiado para mí. Hay algo en ti que me hace sentir completo.
Te volviste hacia él, sintiendo que sus palabras resonaban en tu corazón. —Yo también siento lo mismo. Contigo, todo parece más fácil, eres...distinto a cualquiera otro que haya cruzado en mi vida.
Sin pensarlo, se acercaron más, y esta vez el beso fue más intenso. Shinso te tomó de la cintura, atrayéndote hacia él, mientras sus labios se movían con fervor. Cada caricia era como un susurro, lleno de ternura y deseo. El mundo alrededor desapareció, y solo existían ellos dos.

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Lurk | Aizawa | Shinso
Fiksi Penggemarᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗᴗ 🍃- Eres una chica de 20 años, te acabas de mudar a Musutafu para buscar mejores opciones de trabajo ya que tu singularidad no era tan buena para tus expectativas. Empezaste a salir con 2 pro-héroes, que parecían padre he hijo, s...