𝘽𝙡𝙤𝙤𝙙 𝙋𝙖𝙘𝙩 [𝙔𝙪𝙣𝙜𝙞]

•15•

Los corredores estaban en silencio. San se aproximó lentamente, su sensibilidad vampírica a tope, alertando de cualquier señal de peligro. Un escalofrío recorrió su espalda cuando varios vampiros salieron al balcón situado en el centro de la fortaleza. El ambiente era oscuro y en tensión.
Su mirada continuó recorriendo el lugar hasta que, en el centro de la habitación, se encontró con una imponente puerta. Su corazón se aceleró a medida que escuchaba pasos lentos y calculados saliendo de la oscuridad de la puerta. De ella salió Hongjoong, un vampiro altanero y de mirada intensa, sonriente.

—Mi querido San, ¿qué trae algo tan importante como tú a mi fortaleza?—Hongjoong dijo, con una voz grave y atractiva—¿Vienes a hacerme una visita? o ¿Volver junto a mi?

Hongjoong caminó con elegancia hacia San, sus ojos brillaban con intensidad en la oscuridad.

—Sé que tienes a Yunho aquí—dijo San, con voz firme y resuelta—Lo quiero devuelto a la Espada de Plata

Hongjoong se rió sin piedad y su voz retumbó por el edificio

—¿Tu patético líder de la orden?—su sonrisa se volvió siniestra—Yunho no se encuentra aquí

En un segundo, San sacó su espada y su mirada se volvió roja, sus colmillos se hicieron visibles. De inmediato, el clan adoptó una postura defensiva formando un círculo perfecto alrededor de San y Hongjoong

—¿Dónde está Yunho?—preguntó San con voz rasposa y algo iracunda.

—¡Probablemente se esté pudriendo al fondo de una tumba!— rió con ojos llameantes y colmillos brillantes.

El clan se mantenía en silencio, observando el enfrentamiento en desarrollo.

—¡no estoy para bromas!—dijo San, sacando su espada con fuerza y rapidez—¡Si no me entregas a Yunho, vas a lamentarlo!

El clan tomó postura de ataque, sus ojos brillaban con fuego y sus cuerpos se tensaron.
Hongjoong se acercó a San, con una mirada intensa.

—¿Qué puede hacer solo contra mi clan?—preguntó Hongjoong con voz amenazante—¿Acaso me estás desafiando?

San se rió con malicia.

—Yo no estoy solo, Hongjoong—dijo con una sonrisa, cerrando los ojos.

En un instante, un grupo de vampiros aterrizó en los balcones, cada uno armado con una espada de plata que recargaba en sus hombros. El clan tenían los ojos rojos y los colmillos brillantes.
Hongjoong, furioso, miró a San y luego al clan traidor. Sus ojos se agrandaron y sus colmillos se descubrieron en un rugido

Los dos clanes se abalanzaron el uno sobre el otro en una lucha desesperada. Hongjoong y San se enfrentaron en medio del caos.
Los vampiros lanzaban gritos de dolor y furia mientras se enzarzaban en un combate

Los cuerpos impactaron y se estremecieron, chocando una y otra vez, los aullidos de furia se mezclaban con las secuelas de espada contra espada. Hongjoong y San luchaban cuerpo a cuerpo, sus cuerpos fuertes y rápidos.
Los miembros de la orden se movían como un solo corazón latiendo.

—¿Acaso creíste que sólo a mi me traicionarían?—preguntó Hongjoong, aunque mantuvo una firme sonrisa en su rostro—Tengo una gran sorpresa para ti, San

Los ojos de San destellaron con inquietud y su rostro se volvió más pálido si cabe.

—¡Tienes un traidor en tu orden!—rugió Hongjoong y lanzó un fuerte golpe.

San se vio desconcertado por los pensamientos que atormentaban su mente, no sabía si el traidor podría ser Wooyoung o Seonghwa, de pronto se dió cuenta demasiado tarde de que había sido víctima de la crueldad de Hongjoong.
En un instante, San se vio arrojado al suelo por Hongjoong, quien se rió sin piedad y arrastró al joven vampiro hacia sí, agarrándolo fuertemente de su camisa.