Capítulo 3: El nuevo mundo. ¿Pradera? ¿Bosque? Aceptémoslo, estás perdido.

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¡Felicidades! Has sobrevivido a tu encuentro con Camión-san y has esquivado (o no) las trampas de la diosa inútil. Ahora, te encuentras en el nuevo mundo, y déjame decirte, no es precisamente como una postal de vacaciones en la playa. Ah, espera, ¿es un desierto? Bueno, amigo, si te despiertas en un desierto... buena suerte. Siéntate, disfruta de la vista y espera pacientemente a que te encuentren los buitres mágicos del lugar. Pero como no queremos ser tan pesimistas, asumamos que has caído en algo más decente. Una pradera, un bosque, o al menos algún lugar donde haya árboles y no solo arena hasta donde alcanza la vista.


Primera impresión: Todo parece tan... tranquilamente mortal

Apenas abres los ojos y, por un breve momento, piensas: "Hey, esto no está tan mal." La brisa sopla suavemente, las aves cantan (o lo que sea que emitan esas criaturas con pico que planean sobre tu cabeza), y el sol brilla. Claro, todo parece bucólico. Pero no te dejes engañar: esto es un nuevo mundo, lo que significa que hasta el arbusto más simpático podría intentar comerte si no andas con cuidado.

Respira profundo. El aire huele diferente, con ese toque de magia, o al menos, eso es lo que te gusta pensar. Si prestas atención, verás cómo el follaje se mece como si algo lo estuviera acechando, y esos "grillos" que escuchas... bueno, no descartemos que sean insectos carnívoros del tamaño de un gato pequeño. El punto es: no bajes la guardia. Aunque no estés en un desierto, las cosas pueden volverse peligrosas en cuestión de segundos.


Reconoce dónde estás (sin volverte paranoico)

La clave aquí es no entrar en pánico. Sí, estás perdido, y no, no hay Google Maps en este lugar. Pero al menos no estás atrapado en un desierto, lo que significa que no morirás de deshidratación en las próximas horas. Hay algunas cosas que puedes hacer para no parecer un pollo sin cabeza en esta pradera mágica.

Busca señales de civilización. ¿Hay senderos? ¿Algún camino hecho por carretas, tal vez? Si ves una carretera o huellas de alguna clase, es un buen signo. Claro, podrían pertenecer a una horda de orcos hambrientos, pero también podrían llevarte a una aldea donde te vendan pan y cerveza (o te esclavicen para cosechar repollos mágicos; nunca se sabe). Así que, por el momento, no te arriesgues y mantente escondido.

¿Estás en un bosque? Bien, eso podría ser mejor. Hay agua en alguna parte, animales de los cuales puedes (intentar) huir, y árboles que podrían brindarte refugio. El lado malo es que los bosques en estos mundos alternativos suelen tener la irritante costumbre de albergar criaturas que van desde goblins hasta lobos mutantes, así que... ten presente que no todo lo que cruje entre las ramas es un simpático roedor.

Haz un chequeo de entorno. Mira a tu alrededor y haz una lista mental: ¿Dónde está el sol? ¿Hay agua cerca? ¿Hay ruidos que suenan como a "algo enorme arrastrando sus tripas y acercándose?" A veces, la diferencia entre la vida y la muerte en estos mundos es saber cuándo correr, y en qué dirección.


Los árboles y la paranoia del nuevo mundo

Estás solo. Pero no es esa soledad que puedes disfrutar para reflexionar sobre la vida. No, es más bien una sensación de "algo me está mirando". Los árboles aquí son extraños, demasiado altos, demasiado... ¿vivos? Aunque no lo creas, en estos mundos alternativos, los árboles no solo crecen. Algunos podrían decidir que también quieren desplazarse o incluso atacarte. 

La sensación de que estás siendo observado no es una paranoia infundada. Es más, es probable que lo estés. En estos lugares mágicos, hasta los pájaros tienen más inteligencia de la que parece. Si notas que uno te sigue de cerca, no es que quiera tu sandwich (porque, seamos honestos, no tienes ni un maldito sandwich a estas alturas). Puede que sea un explorador al servicio de alguna criatura mágica más grande y más fea que te tiene en su menú.


Lo básico: No morir de hambre o frío en la primera noche

Si todo sale bien, no te has encontrado con ningún depredador, lo que te da tiempo para pensar en lo más importante: sobrevivir a la noche. Si ya te estás preguntando qué comer, déjame recordarte que este no es tu mundo de hamburguesas y papas fritas. Lo más probable es que tengas que encontrar algún tipo de fruto o animal, o, si tienes mala suerte, podrías encontrarte comiendo bichos mágicos crujientes.

Busca agua. Esta es la regla de oro. No importa qué tan héroe seas, sin agua estás acabado. Si encuentras un río, una laguna o incluso un charco con algo que se parezca remotamente a agua, ve por ello. ¿Sabes cómo en tu mundo te decían que no bebas agua de cualquier sitio? Bueno, aquí te da igual. Prefieres correr el riesgo de una diarrea mágica que morir de sed. Pro tip: si ves peces nadando, eso es una buena señal. Si el agua brilla en demasiados colores, mejor no.

Busca comida. A estas alturas ya deberías haber encontrado algunos árboles o arbustos con fruta. Pero recuerda: si brilla o se mueve por sí misma, probablemente es venenosa o mágica (y en ningún buen sentido). Mejor ve a lo clásico: frutas que parezcan normales y que no intenten comerte a ti primero.

Encuentra refugio. Si bien no estás en un desierto, eso no significa que no hará frío cuando caiga la noche. Tal vez encuentres una cueva acogedora, pero, como ya sabes, las cuevas son como apartamentos de bajo coste: siempre ocupados por inquilinos problemáticos. Lobos, osos, trolls, tal vez incluso algún dragón en miniatura que simplemente no quiere compañía. Si no ves marcas de garras en la entrada, dale una oportunidad. Si ves huesos esparcidos por ahí, mejor sigue tu camino.


Conclusión: Acepta tu destino... pero no demasiado

Estás perdido, y lo sabes. Pero ser un héroe implica más que simplemente encontrar tu camino. Implica sobrevivir hasta encontrar tu primera pelea (o hasta que la pelea te encuentre a ti). Y en este momento, no tienes ni idea de dónde estás, quién o qué podría estar acechándote, y mucho menos qué comer.

Algunos consejos finales para sobrevivir a tu primera exploración:

Confía en tu instinto. Si algo parece estar fuera de lugar, probablemente lo está. Si el suelo tiembla levemente, puede que sea un troll enorme. O una estampida de rinocerontes. O quizás un terremoto provocado por alguna magia oscura. Todo es posible.

No te comas lo primero que encuentres. Si no tienes ni idea de lo que es, déjalo. El envenenamiento por frutas mágicas es una muerte estúpida.

Elige bien tu refugio. Como regla general: si parece cómodo, probablemente ya tiene dueño, y ese dueño podría devorarte mientras duermes.

Mantén la calma, pero no demasiado calma. La naturaleza en estos mundos tiene un sentido del humor retorcido, y si bajas la guardia demasiado, podrías encontrarte siendo el almuerzo de algo que hasta entonces no sabías que existía.

Haz un plan a corto plazo. No pienses todavía en salvar reinos o derrotar dragones. Piensa en cómo no morir en las próximas 24 horas. Si logras eso, ya es un avance.


Bien, campeón, ahora que has asumido que estás completamente perdido, es hora de poner manos a la obra. Recuerda, este es solo el comienzo de tu épica aventura en otro mundo. ¿Qué podría salir mal?

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