Charles y Carlos se conocen en un antro y los dos se sienten atraídos, lo que para ambos es una noche de sexo casual, no será así.
Dos líneas pintadas en aquel plástico hará que Carlos y Charles comiencen a frecuentarse, pero hay algo que fue pasado...
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(Dos semanas después)
Las pequeñas manos de Oscar toqueteaban el rostro de Carlos quien dormía plácidamente en la cama.
—Papi.
—Mmh —dijo en respuesta sin intenciones de abrir los ojos.
—Tengo hambe.
Carlos tomó en brazos al pequeño Leclerc envolviéndolo con la cobija con la que estaba cubriéndose escuchando las risas llenas de diversión por parte de Oscar.
—¿Que se te antoja pequeño ángel?
—¡Dinosaurio!
—Ven, me ayudarás hacerlo.
Y la sonrisa del menor se agrado más al oírlo.
Ambos se levantaron de la cama yendo a la cocina que estaba a pocos pasos de los dormitorios, tal vez tendría que buscar una casa más grande. Carlos alzó al menor sentándolo en la isla que había organizado mejor para evitar que Oscar se lastimara.
Mientras se cocía el hot cake Carlos revisó su teléfono leyendo los mensajes de Charles donde le avisaba que había salido con las chicas junto a Checo, Yuki y George... ¿no Yuki tenía que estar en el restaurante? Releyó el mensaje dándose cuenta que él monegasco le aclaraba que el japonés estaba con ellos porque fueron a dejarlo al restaurante, vaya, por un momento creyó que se había dado el día solito.
🇪🇸
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🇲🇨
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