𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐈𝐕𝐄 | 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 (𝐀𝐔)

e i g h t e e n

(Dos días después, tres días antes del primer juzgado)

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A pesar de todos sus esfuerzos, no logró recuperar a Charles. Desde que inició la pelea por la custodia de Oscar, había intentando manipularlo, enviando mensajes constantes y acosándolo cuando se reencontraron después de un año. Sin embargo, nada parecía funcionar. Incluso su intento de chantaje, utilizando la información que había recapitulado de Carlos y Lando, había fracasado.

Estaba comenzando a desesperarse por lo que se inclinó a su última opción, y tal vez, la más viable: Mick.

Sebastián interrumpió en la casa, su mirada escaneando el espacio en busca de Mick. Sabía que el pequeño aleman no podía estar lejos, ya que él tenía las llaves de la vivienda y controlaba sus movimientos.

—¡Mick! —llamó Sebastián.

Mick, que se encontraba en su recámara, se sobresaltó al oír la voz de Sebastian. No esperaba que regresara hasta el viernes. Con cautela salió de la habitación y se encontró con Vettel en el pasillo del piso inferior.

—Vamos, muévete —Sebastian volteó a verlo completamente serio—. Tenemos que salir.

Mick se detuvo señalando su pijama. —¿Me voy así?

—No hay tiempo de que te cambies. Vamos.

El tono impaciente de Sebastián hizo que Mick bajará rápidamente las escaleras, comenzando a caminar hacia la salida junto a Vettel.

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Mick reconocería ese lugar desde Alemania y eso ya era una exageración. No entendía qué hacía en el restaurante de Carlos si cuando él le imploró a Sebastián de que lo dejara irse con Max este solo se rio en su cara, negándose muchas veces.

¿Acaso se estaba desquitando con él porque otra vez fracasó en su intento de reconquista con el padre de su hijo? Era evidente que no lo había llevado ahí para liberarlo, no era así de sencillo.

—Vendré por ti en una hora —dijo, su mirada era fría y desinteresada—. Y si no te encuentro aquí, te aseguro que la pagarás caro. No me las cobraré contigo, sino con tu cuñado. Me enteré que está gestando de nuevo.

Mick giró su mirada bruscamente hacia Sebastián. ¿Desde cuando sabía eso?

Con una sensación de desconfianza, el pequeño alemán bajó del automóvil observando cómo se alejaba del restaurante con una velocidad. Algo no cuadraba. ¿Por qué lo había dejado cerca del restaurante de Carlos sabiendo que podrían reconocerlo? Anteriormente no quería dejarlo ir ¿qué cambió?

Su cuerpo reaccionó al verse en peligro. Con la ansiedad de que alguien lo encontrara comenzó a caminar intentando huir lo más pronto posible, pero la voz de alguien interrumpió su escape.

—¡Mick! —gritó una voz a sus espaldas, dejándolo paralizado—. ¡Eres tú! —Max abrazo al rubio menor dejando que escondiera su rostro en su pecho.

El menor se sintió abrumado ante los repentinos brazos del neerlandés. ¿Qué estaba haciendo ahí? ¿Por qué ambos se encontraban llorando? ¿Por qué volvía a sentirse en casa con ese abrazo?

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Sebastián explotó al ver cómo Max encontró a Mick fuera del restaurante. Con un fuerte golpe pateó un bote de basura cercano, su rostro enrojecido por la frustración. No tenía que ser así. Su plan que le llevó una semana de organizar se arruinó por la llegada del neerlandés.

¿Cómo podría manipular a Charles para que creyera que Carlos había aceptado su oferta, cuando en realidad ni siquiera había estado presente?

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Que feo que creyeran que le haría daño a Mick, o sea, también le dejo traumas, pero hasta ahí.

No falta mucho para que esta historia termine así que disfrútenla pq yo lo estoy haciendo 💕