s i x t e e n

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Después de media hora de asimilación Charles decidió levantarse de la cama, listo para hablar con Carlos

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Después de media hora de asimilación Charles decidió levantarse de la cama, listo para hablar con Carlos. La noche anterior había sido un tormento y la vergüenza lo golpeó al recordar cómo había dudado de Carlos.

En la cocina, Carlos preparaba el desayuno con movimientos precisos y tranquilos. Charles se sentó en la isla, observando cómo el español se volteaba para verlo.

—Buenos días Charles.

—Lamento lo de anoche —empezó el monegasco, jugando con sus manos debido al nerviosismo—. Entiendo que estés molesto conmigo porque asumí cosas que no son. No me justificaré, porque soy un idiota creyendo en Sebastián.

El madrileño apagó la estufa y se sentó junto a Charles.

—¿Por qué creíste que tengo algo con Lando si te dije que lo despedí para evitar esta situación?

—¡Porque no me amo a mi mismo! Sé que no eres él, pero no puedo evitar pensar que podrías cambiarme por alguien más. Sebastián me lo dijo todo el tiempo: solo soy la segunda opción de cualquiera.

—Pero no eres mi opción, eres mi prioridad.

Un sollozo escapó de los labios de Charles al oír aquellas palabras. Su cuerpo tembló mientras las lágrimas caían por sus mejillas. Carlos lo abrazó dejando que él monegasco se aferrara a su playera.

Tal vez eso era lo que Charles necesitaba para poder dejar que el fantasma de Sebastián dejara de atormentarlo.

—Tienes que hablar con Oscar.

—Dijo que no me quería... —replicó Charles, la expresión de su rostro y el tono de su voz reflejaba arrepentimiento.

—Charles, estamos hablando de un niño de tres años que no sabe manejar sus emociones, incluso nosotros seguimos sin saberlo.

—Le dije cosas horribles a él también.

—Lo sé, estuve ahí —Carlos no quería hacerlo sentir peor, pero él monegasco no cooperaba.

Carlos dejó un beso en la cabeza de Charles, su ánimo había subido al aclarar las cosas de anoche.

—No es cierto que estoy cansado de cargar con tus hijos.

Tal vez Charles sí pensaba aquello, pero no con el contexto de su pelea. Él imaginaba que era cansado cargar con un bebé ahora con dos era entendible aquel sentimiento, aunque no creía que no quisiera tenerlos porque ha visto la felicidad de Charles al hablar con ellos.

𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐈𝐕𝐄 | 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐎𝐒 (𝐀𝐔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora