fairytale boy - sunsun

10

- Espere mucho tiempo por esto ¿Sabes?

- Nos vemos todos los días, no seas ridículo, Jake.

- Sí, pero no todos los días hacemos el amor.

SungHoon rodeó los ojos con algo de fastidio, mientras que su acompañante comenzaba a deslizar sus manos por sus hombros.

- Jake.

- Hay que divertirnos un poco.

- Debo regresar a casa.

- ¿Y para qué quieres regresar a casa y estar con él? Cuando puedes estar conmigo y disfrutar de una buena sección de sexo.

- No quiero.

- ¿Por qué no?

- Debo regresar con Sunoo. -Respondió.

- No entiendo porque sigues perdiendo tu tiempo con él, es inútil, tú ya no lo amas a él, me amas a mí, yo te doy todo lo que él no puede darte ¿Por qué no terminas con él? Lo único que haces es jugar con nuestros sentimientos. -Respondió Jake en un tono muy molesto, el rubio no era de establecer un vínculo más allá del sexo, pero en esta ocasión, quería la atención y el cariño de SungHoon, no porque realmente lo amara, si no por capricho.

SungHoon se tomo unos segundos para poder responder.

- No insistas por favor.

Jake lo miró con furia, aunque no iba a seguir reclamándole nada. No dijo ninguna otra palabra, se mantuvo firme y miro a SungHoon directamente a los ojos y después unos breves segundos, lo beso.

Era un beso desesperado, Jake realmente anciaba que el pelinegro lo tocará y aceptará a acostarse con él. No tuvo que seguir rogando más debido a que SungHoon correspondió aquel beso sin quejarse.

Y todo esto, había sido visto por un joven pelirosa que ahora mismo se encontraba en su cama con sus manos temblorosas y sus ojos llenos de lágrimas.

Aquel video que habia sido enviado al número de Sunoo era la prueba definitiva del engaño de SungHoon.

Sunoo no quiso continuar mirando aquella grabación, estaba totalmente impactado y por ende, múltiples lágrimas comenzaron a mojar sus mejillas.

No podía creer.

El hombre de sus sueños le había estado mintiendo desde hace mucho tiempo.

Ahora lo entiendo.

Sunoo no podía quedarse en cama llorando toda la noche, estaba muy molesto pero la tristeza y la decepción lo abrumaron más, su llanto no paraba de cesar por toda la habitación.

Comenzaba a sentir un malestar en su vientre como si le estuvieran apuñalando por dentro, su pecho subía y bajaba por la respiración tan agitada que estaba teniendo el pelirosa.

Estaba herido.

¿Por qué? ¿Qué hice mal? ¿Qué tenía ese chico que yo no?

Con todo el dolor que sentía por dentro, se levantó de la cama y se dirigió al armario, para así comenzar a meter su ropa en una maleta.

No podia seguir ahí, no quería ver a SungHoon a la cara (Sí es que se dignaba a regresar esa misma noche)

Todos te lo dijimos.

Sunoo apretó sus puños y trato de respirar correctamente, sentía que iba a desmayarse.

Cuando terminó de guardar la mayoría de su ropa, tomó su teléfono para poder llamar a su hermano mayor.

Estaba tratando de contener su llanto, su voz estaba muy agitada y no podía hablar correctamente sin que su llanto lo interrumpiera.

Limpio las lágrimas que escurrian por sus ojos.

Miro la hora y eran las 11PM.

En ese momento, la razón del por qué nuestro protagonista se encontraba casi agonizando del dolor que estaba sintiendo hizo acto de presencia en aquella habitación.

- ¿Qué te pasa, amor? ¿Por qué lloras? -Se acercó al pelirosa con preocupación, toco su hombro al ver que este no le respondia.- ¿Sunoo?

Quiero matarlo.

Apretó nuevamente sus puños y se negó a mirar a su pareja.

- ¿P-Por qué hiciste eso? -Dijo en un tono casi inaudible-.

- ¿Qué cosa?

Sunoo no podía responder, quería tirarse al piso y llorar hasta que se cansara, hasta que su garganta ya no pudiera soportar más.

- Corazón...

SungHoon iba a abrazar a Sunoo, pero este se aparto de él rápidamente, con miedo.

- Sunoo ¿Qué te pasa? ¿Por qué me evitas? ¿Qué sucede?

Sunoo realmente no podía más, sentía que iba a explotar, lo único que recordaba de esa noche era ver la mirada de preocupación de SungHoon.

Mentiroso.

Sunoo no respondió, cerró sus ojos por un momento, no quería que SungHoon lo mirara de una forma tan deplorable.

Tomo un fuerte respiro.

- VI un video en el que tú estas con aquel chico rubio ¿Es tu ex, no? -Su voz se escuchaba temblorosa- Mira, n-no voy a preguntarte nada, tampoco quiero que me expliques absolutamente nada, él tiene razón, no sigas perdiendo tu tiempo conmigo.

Las lágrimas comenzaron a salir nuevamente.

- Yo...realmente creía que estabas trabajando todo este tiempo, fui un idiota ¿No? Te burlabas de mí y yo nunca me di cuenta.

- Sunoo...

- Cállate, no quiero escucharte, no me importa absolutamente nada de lo que tengas que decirme, no te creo, eres un maldito mentiroso y infiel.

Estaba realmente molesto, quería golpearlo pero se contuvo, no tenía nada más que decir y se dirigió a la puerta de aquella habitación.

Bajo las escaleras rápidamente, estaba siendo seguido por ahora, su ex novio.

- Sunoo escúchame por favor.

- ¡No! ¡No quiero! Ya lo sé todo, no tienes porque decirme algo más, deja de fingir, deja de fingir que te interesa lo que yo sienta, no te importa. -Dijo con lágrimas en los ojos.

Miro a SungHoon con mirada llena de odio y a la vez tristeza, giro la manija de la puerta y salió rápidamente de aquella casa.

Aquella casa donde había compartido 2 largos años de su vida, donde se supone que algún día habría niños pequeños corriendo por ahí.

Aquella casa la cual cuyo piso no volvería a pisar jamás.