Remember Me- Au Kookmin

Chapter 5

Pov Jimin

Sentí una suave presión en mis sienes cuando el proceso comenzó. Cerré los ojos y, de repente, me vi a mí mismo, en otro tiempo, otro lugar.

La primera vez que te vi... Fue en aquel café. Tu sonrisa tímida cuando nuestras miradas se cruzaron, las manos temblorosas mientras sostenías tu taza de café. Yo apenas podía respirar. Esa risa... esa risa ligera que parecía iluminar todo a su alrededor.

El aroma del café recién hecho llenaba el aire del pequeño café donde estaba sentado, absorto en mis pensamientos. De repente, la puerta se abrió y entró un chico alto con cabello oscuro. Su sonrisa iluminó el lugar y, al cruzar miradas, mi corazón dio un vuelco.

Mientras él pedía su café, no podía apartar la vista de él. Finalmente, y sin que yo esperara esa acción de su parte, se acercó a mi.

—¿Es este lugar tan bueno como dicen?—pregunto.

—Definitivamente, pero creo que lo mejor de aquí es la compañía— respondí, con una sonrisa e invitándolo sutilmente a sentarse junto a mi.

Así, en aquel café, entre risas y miradas, comenzó nuestra historia.

El siguiente destello fue el de nuestro primer beso. Estábamos en el parque, las hojas de otoño crujían bajo nuestros pies. El frío rozaba nuestras mejillas, pero el calor de tus labios fue lo único que sentí. Un beso breve, torpe, pero cargado de promesas que ninguno de los dos entendía completamente. El sabor de ese momento se difumina en mi mente, como si se deslizara entre mis dedos.

Teníamos aproximadamente dos meses con salidas casuales desde nuestro primer encuentro en aquella cafetería.

El aire otoñal estaba lleno del crujido de hojas secas bajo nuestros pies mientras caminábamos juntos por el parque. El cielo comenzaba a teñirse de naranja, y una brisa fresca agitaba las ramas de los árboles, haciendo que las hojas cayeran lentamente alrededor de nosotros.

Nos detuvimos cerca de un banco, las hojas danzaban a nuestro alrededor, y el silencio se volvió cómodo. Jungkook me miró, con esa media sonrisa que siempre me hacía sentir especial.

—¿En qué piensas? —pregunté, tratando de no sonar nervioso.

—En lo mucho que me gusta estar contigo —respondió, sus ojos fijos en los míos. Sentí cómo mi corazón se aceleraba con esas palabras.

Hubo un momento de silencio, de expectativa. Nos acercamos casi sin darnos cuenta.

—¿Puedo...? —susurró Jungkook, sus labios a pocos centímetros de los míos.

Asentí levemente, y sin decir nada más, nuestros labios se encontraron. El beso fue suave, cálido, en medio del frío aire de otoño. Las hojas seguían cayendo, pero en ese momento, lo único que existía era la sensación de sus labios y el latido acelerado de mi corazón.

Y luego, aquella noche en la que decidimos formalizar lo nuestro. Nos miramos y supimos que estábamos listos para caminar juntos. Todavía recuerdo el peso de tus manos entrelazadas con las mías, la forma en que tus ojos brillaban bajo la luz de las farolas mientras caminábamos de vuelta a casa.

Las farolas brillaban suavemente sobre nosotros mientras caminábamos en silencio. Jungkook se detuvo de repente, tomando mi mano con una firmeza inesperada.

—Jimin... —dijo, con una mirada profunda—. Quiero ser sincero contigo, eres especial para mí, más de lo que puedo explicar. Me gustas tanto que no quiero que esto sea solo algo pasajero. Siento que es el momento indicado de ser algo más.