Chapter 8

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La luz del monitor brillaba intensamente en la oscura oficina, y la hora ya había pasado. Jimin se encontraba en su escritorio, rodeado de informes desordenados y notas adhesivas que apenas podía leer. Los números danzaban ante sus ojos, y la presión se acumulaba en su pecho.

"Solo un par de horas más", se dijo a sí mismo, tratando de ahuyentar la creciente ansiedad. Pero, a medida que las horas pasaban, cada vez se sentía más agotado. El café que había tomado se había convertido en un eco vacío, y su estómago gruñía por la falta de comida. ¿Cuántas veces había olvidado comer por estar atrapado en su trabajo?

En el fondo de su mente, sabía que Jungkook lo esperaba en casa, pero las llamadas constantes de su jefe lo mantenían pegado a la silla. "El proyecto debe estar listo para dentro de una semana, Jimin. No podemos permitirnos fallar", decía la voz de su superior, resonando en su cabeza.

El solo deseaba estar en casa con su esposo, recibiendo cariños y su calidez corporal, pero en cambio, estaba en la oficina terminando un proyector de suma importancia y bajo mucho estrés.

La noche avanzó y el estrés se convirtió en un ciclo incesante. Cuando finalmente decidió irse a casa, el cansancio lo golpeó con fuerza. Al llegar, encontró a Jungkook en la cocina, preparando la cena.

—¿Por qué tan tarde? —preguntó Jungkook, su voz llena de preocupación.

—Trabajo. El proyecto... ya sabes —murmuró Jimin, tratando de sonreír, pero sintiendo que la carga sobre sus hombros lo hundía más— Quiero renunciar pero no puedo ahora, necesito que me abraces

A medida que pasaban los días, Jimin se sumergió más y más en el trabajo, dejando poco espacio para la conexión emocional con Jungkook. El estrés acumulado comenzó a manifestarse en su cuerpo, y la idea de ser padre comenzó a sentirse como un peso inaguantable.

No porque no quisiera ser padre, le aterraba ser un mal padre y no educar bien a su futuro bebé. Le aterra fracasar y ser un mal ejemplo.

—¿Todo bien? —le preguntó Jungkook una noche, mientras Jimin contemplaba el vacío en el plato que tenía frente a él —No te vez muy bien

—Solo estoy cansado — respondió Jimin, sin darse cuenta de cómo su voz temblaba. No quería preocupar a Jungkook; sin embargo, su mente estaba atrapada en la presión por parte de su jefe.

Los días de presión se convirtieron en semanas, y en medio de todo, la tristeza y el miedo comenzaron a colarse en su vida, afectando el embarazo. Una mañana, la intensidad del estrés culminó en un evento devastador.

El estrés era un compañero constante en la vida de Jimin. Cada día, el peso del trabajo, las expectativas y la falta de descanso lo empujaban al límite. Durante semanas, había ignorado las señales de advertencia de su cuerpo, creyendo que solo necesitaba un descanso una vez finalizado el proyecto. No podía permitirse fallar, no ahora, con tantas cosas en juego.

Una mañana, mientras se preparaba para salir al trabajo, un dolor agudo en la parte baja de su abdomen lo hizo detenerse. Pensó que solo era cansancio, una nueva punzada por la falta de sueño. Respiró hondo, cerrando los ojos por un momento, tratando de convencerse de que pasaría, como siempre.

Pero no pasó.

A lo largo del día, el dolor se intensificó. Estaba sentado en su escritorio, con las manos temblando levemente mientras revisaba informes. Una ola de náuseas lo golpeó, y la sensación de que algo no estaba bien lo invadió por completo. Trató de levantarse, pero su cuerpo parecía no responderle. De repente, sintió algo más... algo peor. Sabía que debía ir al médico, pero lo había pospuesto tantas veces. Esta vez, sin embargo, algo era diferente.

Remember Me- Au KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora