Chapter 9/2

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Pov Jungkook

Me detuve en la esquina frente a su trabajo, tratando de parecer casual, aunque mi mente iba a mil por hora. No era una coincidencia que estuviera aquí. Había planeado todo, como si un encuentro casual pudiera arreglar lo que había destrozado. Necesitaba hablar con él, aunque no sabía bien qué iba a decir. El reloj estaba corriendo, y si no hacía algo pronto, Jimin me olvidaría para siempre.

Justo cuando lo vi salir, mi respiración se detuvo un segundo. Ahí estaba, tan tranquilo, como si nada le pesara. Lucía tan bien, como siempre lo hacía. Pero antes de que pudiera dar un paso hacia él, alguien más apareció.

Un chico, alto, con el cabello ligeramente despeinado, se acercó a Jimin, y lo tomó del brazo como si fuera lo más natural del mundo. Y Jimin... Jimin sonrió. Esa sonrisa... la misma que no había visto en tanto tiempo. Sentí una presión en el pecho, como si me hubieran golpeado. Jimin no apartó la mano, ni siquiera se incomodó. De hecho, le devolvió la sonrisa, y juntos empezaron a caminar, hablando animadamente, como si llevaran años conociéndose.

Los seguí a una distancia segura, con la mandíbula apretada, viendo cómo caminaban juntos, riendo y disfrutando de algo que no podía comprender. Cada vez que Jimin reía o sonreía, sentía que una daga se clavaba más hondo. ¿Cómo podía estar tan... bien? Como si todo lo que habíamos compartido ya no existiera.

El chico lo llevó a una pequeña cafetería en la esquina, y se sentaron junto a la ventana. Desde donde estaba, podía ver a Jimin inclinado hacia adelante, escuchando con atención lo que el otro decía. Se reían de algo, y el chico le tocó la mano brevemente, un gesto que me provocó un nudo en el estómago. No había drama en la escena, no había tensión. Solo tranquilidad. Paz. Algo que yo ya no podía ofrecerle.

Mi sangre hervía. Cada segundo que los veía juntos, sentía que perdía más y más control. Me aparté, incapaz de soportar la escena por más tiempo. Lo había perdido. Lo había perdido, y ni siquiera se dio cuenta. Ni una sola vez miró hacia atrás. Para él, yo ya no existía. Y lo peor era que ni siquiera podía culparlo. Él había decidido borrarme de su vida, y ahí estaba, empezando algo nuevo, con alguien más.

Caminé de regreso a mi auto, con los puños apretados y la ira acumulándose en mi pecho. Golpeé el volante cuando me senté, maldiciendo en voz baja. ¿Cómo fue que todo terminó así? ¿Cómo fue que dejé que todo se desmoronara tanto?

Sabía a dónde ir. Sabía a quién buscar.

—Jihyo... —murmuré, encendiendo el auto y pisando el acelerador. Si Jimin ya no me quería en su vida, entonces quizá era momento de dejarlo ir por completo.

 Si Jimin ya no me quería en su vida, entonces quizá era momento de dejarlo ir por completo

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Remember Me- Au KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora