Remember me -Au Kookmin
Sus acciones se volvieron predecibles y monótonas, la comunicación era superficial e incluso escasa, un matrimonio carente de interés, emociónes y conexión emocional, la chispa inicial que nos unió se desvaneció.
Los besos l...
Desperté con la luz del sol filtrándose a través de las cortinas, llenando mi habitación con un cálido resplandor dorado. Me senté en la cama y, sorprendentemente, me sentí ligero, como si una carga invisible se hubiera desvanecido durante la noche. Miré a mi alrededor; el lugar parecía diferente, más acogedor.
Me levanté, estirándome con una sonrisa en el rostro. "Hoy es un nuevo día", me dije a mí mismo, sintiendo que algo en mi interior había cambiado. Fui al baño, lavándome la cara y cepillándome los dientes con una energía renovada.
Mientras me vestía, elegí una camisa de colores vivos que me daba confianza. Me miré en el espejo, y en lugar de la tristeza que había marcado mis días anteriores, vi a un hombre listo para enfrentar el mundo. "Esto es lo que necesito", murmuré, sintiendo que cada movimiento traía consigo una nueva determinación.
Salí de mi habitación y me encontré con Seokjin en la cocina, preparando un desayuno humeante. Jin siempre había sido mi apoyo incondicional, y hoy no era la excepción.
—¡Buenos días, Jimin! —exclamó, sonriendo de oreja a oreja—. Te ves diferente. ¿Qué ha pasado?
—No sé, Jin. Simplemente me siento... renovado. Como si un peso se hubiera levantado de mis hombros —respondí, sentándome a la mesa mientras él me servía un plato con mi desayuno favorito.
—Eso es genial. ¡Al fin vas a volver a ser el Jimin de antes! —dijo, sus ojos brillando con entusiasmo—. Te lo dije, solo necesitabas un cambio de aires. ¡Hoy te va a ir increíble en el trabajo!
Reí, sintiéndome cómodo. Era cierto, había pasado mucho tiempo sintiéndome atrapado y triste, sin razón aparente. La idea de ir a trabajar ahora me llenaba de emoción en lugar de aprehensión. Mientras comíamos, conversábamos animadamente sobre los planes del fin de semana y los nuevos proyectos en la oficina.
—Creo que deberías salir a divertirte más, hacer algo diferente —sugirió Jin, mientras me servía un café recién hecho—. Deberías ir a ese bar nuevo del centro después del trabajo.
—¡Eso suena increíble! —respondí, sintiéndome cada vez más animado— El trabajo me ha consumido, necesito conocer nuevas personas
Terminé mi desayuno con una sonrisa, sintiendo que la vida podía ser bella nuevamente. Sin rastro de la tristeza que había dominado mis días, me levanté, listo para enfrentar el día.
—Gracias, Jin. De verdad —dije, con sinceridad—. No sé qué haría sin ti.
—Siempre aquí para ti, amigo —me respondió, levantando su taza en un brindis—. ¡Por los nuevos comienzos!
Con ese ánimo, salí de casa, el corazón ligero y la mente despejada, listo para aprovechar al máximo lo que la vida tenía para ofrecerme.
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