Remember me -Au Kookmin
Sus acciones se volvieron predecibles y monótonas, la comunicación era superficial e incluso escasa, un matrimonio carente de interés, emociónes y conexión emocional, la chispa inicial que nos unió se desvaneció.
Los besos l...
El sonido metálico de la puerta al cerrarse resonó en el pequeño salón de espera. Jimin observó el cartel en la pared, apenas iluminado por una lámpara tenue que proyectaba sombras suaves. *"New Horizons Co: Una oportunidad para comenzar de nuevo"*, decía en letras blancas y frías. No había vuelta atrás. Sabía que este era el único lugar donde podía liberarse de aquello que lo había consumido por tanto tiempo.
Las sillas estaban casi vacías, salvo por una anciana que, con la mirada perdida, esperaba su turno. Jimin se sentó en una esquina, tamborileando con los dedos sobre su rodilla, su mente girando en torno a las mismas preguntas que lo habían atormentado desde el día que decidió venir. Frente a él, un pequeño contrato reposaba sobre la mesa. Lo había leído tres veces, aunque las palabras se le escapaban entre los pensamientos. Era simple, directo: "Renuncio a los recuerdos que selecciono, acepto las consecuencias." Sin más dilación, tomó el bolígrafo y lo firmó.
Justo en ese momento, una puerta se abrió y un hombre joven, vestido con un uniforme gris, salió con una carpeta en la mano. Su voz sonó clara y profesional al leer el nombre:
—Jimin, sala 3.
El corazón de Jimin dio un vuelco. Al levantarse, sintió la mezcla familiar de alivio y temor, como si cada paso lo acercara más a la liberación y, al mismo tiempo, a una pérdida irremediable. El pasillo al que lo guiaron estaba casi clínico, silencioso, las puertas cerradas ocultando memorias enterradas y silencios recién creados.
Entró a la sala 3 y se encontró con una mujer de mirada firme detrás de un escritorio. Parecía haber visto todo tipo de dolores pasar por esa oficina. Sin perder tiempo, ella le indicó que tomara asiento y deslizó una tableta hacia él.
—¿Qué quieres que te borremos? —preguntó, sin rodeos.
Jimin tragó saliva, sintiendo cómo las palabras se atoraban en su garganta. Cerró los ojos un instante, recordando cada fragmento de lo que había sido su vida con él, las risas, los abrazos cálidos, pero también las traiciones y el vacío que le había dejado.
—Todo —respondió, con voz quebrada—. Todo lo que tenga que ver con mi ex esposo.
La mujer asintió, tecleando algunas palabras antes de preparar la máquina. Jimin apretó los puños. Dentro de poco, nada de eso existiría.
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Le damos comienzo a un nuevo Au, esto es un pequeño vistazo, espero que les haya gustado. 💕
