Año 1800 en algún lugar del mundo.
En los pasillos del castillo caminaba con prisa el comandante de la armada real hacia el rey
¡Mi rey...! dijo con cierto apuro.
La princesa debe ser enviada a otra época en el tiempo como estaba planeado, Vladimir es un renegado sombrío de alto rango y está ganando territorio en nuestro campo de batalla.
¡Me niego! sentenció gélidamente el rey: ordenó colocar la seguridad arcana del más alto nivel.
Con cierta preocupación respondió el general: Está todo cubierto mi Lord, pero como usted sabe el gran consejo lo considero... Intervino Leónidas el capitán de la armada y completó la oración de su colega: Una amenaza por su gran poder de destrucción, su majestad.
En esos instantes un grito sombrío y mortífero de Vladimir retumbó por todos los espacios más profundos del Valle de Asael: CREEEPII-TUUS...
Su voz fue ronca y seca como la voz de la mismísima muerte que llamaba a la puerta, era un hechizo de sueño eterno el cual dejó inconscientes en pocos segundos a todos los guardianes y personas que vivían en el reino excepto a los más poderosos archimagos del reino incluido al rey que se encontraban en la sala general de guerra.
Al ver tal amenaza y toda su guardia en el suelo, el rey tomó una rotunda decisión. Mirando a sus compañeros anuncio.
¡Mis grandes amigos de batalla! Se le quebró la voz diciendo mientras la miraba acurrucada en sus brazos: Solo el hecho de imaginarme que me alejaré de mi hija por tiempo indefinido mi alma se rompe en mil pedazos, pero haré un nudo en el corazón y lo aceptaré. Se limpiaba las lágrimas con el borde de su camisa de seda.
Todo es por el bien de nuestra nación, verás que en un abrir y cerrar de ojos todo será como siempre lo fue. Respondió con esperanza Miguel el comandante de la armada real celestial, con gran esperanza en sus ojos mientras le daba una palmada en el hombro al rey afligido.
Con los ojos aguados pero su voz firme el rey declaró:
¡Que esta lucha no sea en vano! Como rey y padre me expongo al más doloroso de los sacrificios que es separarme del ser que más ama, pero saldremos victoriosos de esta y todas que se nos presenten!
Mirando entre sus colegas sus ojos oscuros cual penetrantes como la noche misma se clavaron en un mago en especial y dijo:
Te elijo a ti Enrique el más grande maestro en artes de defensa arcana que logró conseguir el título a su corta edad, continuó, tu destreza y valor en la batalla me han hecho elegirte para que acompañes a mi hija a su nuevo destino, haz lo que sea necesario para que ustedes subsistan y más que todo ¡jamás los dejaremos abandonados!
Tus esposa e hijos estarán bajo mi protección en todo momento.
Enrique con un gesto de orgullo respondió: Acepto mi Lord es un gran honor cumplir con su voluntad para salvar nuestro reino; inclinó su rodilla en forma de reverencia. Pero en el fondo tenía mucho miedo de explorar lugares inexplorados y con la gran responsabilidad de una bebé y sentía tristeza por separarse de su familia.
Aclarándose la voz Enrique exclamó al resto de sus compañeros: ¡Por el futuro del reino Asael!
¡LARGA VIDA AL REINO DE ASAEL!!
¡LARGA VIDA AL REINO DE ASAEL!!
Alabaron todos al unísono.
El Arcángel Miguel intervino. - Deben irse se ¡está aproximando!
Enrique no tardó más en cargar en sus brazos a la dulce pequeña la cual dormía como si nada grave estuviera por venir, tomó con algunas provisiones y oro en su bolsa.
Estaban listos para partir.
El rey susurrando al oído de su pequeña y mirándola por última vez, dijo: Te amo mi princesa una parte de mi te acompaña hasta nuestro próximo encuentro. Beso la frente de la pequeña.
Ponte en posición amigo mió.
¡Sí señor!
Entre arcángeles y archimagos formaron un gran círculo de protección celestial en el gran salón, en medio estaba Enrique con la princesa muy nervioso por lo que iba a pasar.
Todos tomados de la mano empezaron a decretar "Por el poder que nos confiere la energía espiritual y nuestros maestros ascendidos abrimos las puertas del tiempo para que sus hijos crucen por ellas para que sean transportados a un tiempo y lugar más próspero lejos de fuerzas malignas que nos rodean en estas tierras de luz".
De pronto una gran esfera llena de luz envolvió a Enrique y a la princesa siendo elevados a pocos metros del suelo. En ese momento un maestro celestial apareció frente a ellos y cubriendolos con su imponente aura poco a poco los tres iban desapareciendo.
El rey con los ojos llenos de lágrimas vio a su hija por última vez dándole mentalmente su bendición y pidiendo al cielo que la proteja en todo momento.
Y con un gran destello desaparecieron para ser transportados a una época que nadie conocía, pero mantenían la esperanza de que la princesa estaría a salvo de la oscuridad... Y era la esperanza del reino.
En ese preciso instante la oscuridad entraba al reino arrasando con todo a su paso...
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La identidad de Elizabeth
Mystery / ThrillerAlguien me dijo que la magia solo existia en los cuentos o en las historias de las abuelas, pero nadie me dijo de como las enfrentaban. Era una chica normal hasta que cosas extrañas y paranormales se hicieron habituales en mi vida y no tenia a nadie...