Capítulo 12

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Recostada sobre mi cama mirando fijamente el techo de mi habitación.

Samuel me había llevado a casa en su auto, la despedida fue muy diferente a las demás, un poco más protector se podría decir y dijo que estaría vigilando afuera de la casa, para no levantar sospechas de las brujas y elfos oscuros ya que si él se encontraba conmigo ellos sabrían ya toda la verdad.

Ahora que todo tenía sentido, él ya no me ocultaba nada. Alce mis manos y las mire detenidamente las cuales Samuel las tomó hace un momento "Tus manos tienen magia Lya" su voz recorría aún mis pensamientos. Todas las imágenes circulaban por mi mente una y otra vez de cada escena, mi gata recostada sobre mi pecho me brindaba su calor. ¿Qué poder oculto tienes eh preciosa? Le pregunté como si ella me entendiera.

De pronto ella obtuvo una mirada inquietante y con temor miraba a cada momento al pie de la cama, una imagen super horrenda como de aquella noche vino a mi mente eran traumas insuperables que por un momento pensé que eran irreales y ahora resulta que siempre existieron, para disipar mis malos recuerdos me permitir pensar en Samuel le envie un mensaje al WhatsApp:

¿¡Hey! ¿Qué tal la velada?

Todo en orden cariño no hay pistas de algún demonio cerca del perímetro.

Quisiera que estés aquí junto a mí. (carita con corazones)

No volvió a responder me supongo que lo alertaron de algo y eso me puso super intranquila, me distraje pensando en su vestimenta antigua con esa gran túnica negra ocultando sus expresiones y escoltando a quien sería mi padre verdaderamente con aquella mirada de fraternidad acogiendo amorosamente entre sus brazos a su mejor amigo y compañero de guerras.

Empecé a cerrar mis ojos debido al agotamiento mental y emocional por lo que acaba de pasar...

Un fuerte golpe al pie de la cama me sacó de la poca tranquilidad que me brindaba la vida, la cama se sacudía, pero no había nadie allí sin prevenirlo la cama comenzó a moverse con mayor brusquedad; asustada sin saber que hacer ¿era acaso un temblor? Pero no se movían las demás cosas de la habitación sentí una presencia maligna, Helú estaba en modo de defensa mirando fijamente al final de la cama con sus gruñidos amenazantes estaba muy agitada, escuchaba como unas uñas rasgaba la madera de la cama y una mano con grandes vellosidades y piel disecada pegada a los huesos jalaba bruscamente las sábanas hasta tenerme muy cerca de él.

Samuel apareció rápidamente, gritando: ¡LYA! por la ventana la cual no se podía romper por más golpes que le diera, él miró al filo de la cama y dijo: ¡HUYE!

Como todo ser vivo pensando en su propia supervivencia, sujeté a la gata con ambas manos y salí corriendo de la habitación, mientras terminaba de tirar con brusquedad las sábanas.

Cerré la puerta con fuerza le asegure por fuera y aquel demonio chocó bruscamente emitió un grito tan perturbador que me estremeció todo el cuerpo, mire a mi gata tenía su rostro atemorizado con sus orejas para atrás mirándome para que le diera una buena explicación, colocó su patita en mi rostro la abrace para darle seguridad.

Corrí gradas abajo directo a la puerta principal en ese trayecto me encontré a Samuel y dos chicos más los cuales no los conocía, estaban peleando contra demonios, mi corazón se detuvo... Kerem era uno de esos chicos, era el chico que me salvó en el hospital.

Kerem...Atine a decir. El solo viró su rostro para verme y me regaló media sonrisa.

¡Princesa! Debe protegerse, terminaba de hablar mientras devolvía a un demonio al infierno.


Princesa Lya. Me dijo el otro muchacho de pelo negro tomándome del brazo, nos dirigimos a la biblioteca, mientras caminabamos con prisa en la cocina y a un chico de espaldas peleando contra una cosa que no pude describir.

La identidad de ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora