IV

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Milenka.

Solo quería perder la virginidad, pero no solo fue eso lo que paso, aprendí lo mucho que me gusta el sexo salvaje.

Nos detuvimos porque se terminaron los preservativos, me llevo en brazos a mi habitación, porque aunque sabe que nadie dirá nada si salgo de su habitación en la mañana, prefiere mantenerlo en secreto.

Esta mañana la imagen que mostraba mi espejo era estimulante, toque las mordidas qué dejo en mi vientre y muslos, además de los moretones en el cuello.

Esta noche vendrá mi futuro esposo, así que debo de comportarme.

Me aliste para mis clases esas no pueden faltar después de tomar el desayuno. Iba saliendo del comedor cuando vi a Jungkook cubierto de sangre mientras dos de los guardias arrastraba a alguien destrozado.

Sentí que el corazón me latia a mil por hora, mi padre siempre oculto lo que pasaba con los prisioneros, con los castigos a sus hombres.

Lo imaginaba pero verlo es totalmente estimulante.

Los ojos de Jungkook se cruzaron con los míos, su mirada aun asesina analizando mi reacción empapo mi ropa interior.

El pulso lo sentía en el cuello, camine hasta el, de la cinturilla de su pantalón tome la navaja qué siempre trae.

Su respiración era pesada, podía ver su adrenalina aun encima, miro la navaja, siguiendo cada movimiento, desde que la saque de su funda hasta que la metí debajo de mi vestido.

Corte cada lado de mi ropa interior, para sacarla y dársela en la mano junto con su navaja.

—Hazte cargo —apretó con fuerza la ropa húmeda —¿Lo dije bien?

No me dejo caminar, me tomo del cabello de la nuca y me arrastro hasta la primera habitación qué encontró.

—Manos en la puerta, separa las piernas y guarda silencio, princesa.

Siseaba las palabras y yo me sentía gotear, sus manos levantaron mis caderas un poco y se metió de golpe, soy pequeña para su altura, por lo que me alzaba con cada penetracion. Me dolía el agarre de sus manos, me mordí el labio inferior para amortiguar los gritos.

No te amoldaste a mi, mi verga no entra a la primera, debo empujar cada vez más, aprietas tanto que solo quiero romperte.

Su ruso excitado me pone mal, su acento es marcado, se escucha más grave su voz y siento que mi vientre va explotar.

—Jungkook.

Jadee apretando los puños, arqueando mi espalda mientras perdía fuerza en las piernas. Salió de mi para girarme obligándome a hincarme no tuvo que decir nada abrí la boca y metió su miembro, siguiendo los movimientos bruscos de su cadera, aunque basto poco para que se vaciara en mi boca, aun no me acostumbro al sabor  así que me tapa la nariz para que lo trague.

—Por dios.

Ambos miramos hacia la puerta y mi maestra de coreano estaba cubriendo su boca con ambas manos.

Jungkook se movió tan rápido que no pude procesar cuando le corto el cuello y la sangre de la mujer me cubrió el vestido.

—Necesitaras una nueva maestra de coreano — salto el cuerpo sin verlo —vete a cambiar.

Se acomodo la ropa antes de regresar y besarme lento. Luego se fue dejándome con el cadáver de mi maestra.

Love Hurts (JJK +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora