Love Hurts (JJK +21)

III

Jungkook

Milenka Sokolov, tan solo tiene dieciséis años pero es lo mas peligroso que existe en la casa en este momento, Kang tuvo que salir de viaje, por lo que ella esta tomando sus clases de coreano como niña obediente que dice ser.

La mayoría de los hombres de aquí no dejan de verla como un pequeño cordero inocente, que tienes sus pensamientos inapropiados con ella, pero se detienen de decirlos en voz alta porque saben que les cortarían la garganta apenas su nombre salga de sus labios.

Kang esta consciente de la belleza de Milenka, pero también de su juventud, se toco el corazón al darle tiempo para adaptarse a su nuevo hogar, esa niña acabara con él y no se dará cuenta es seguro.

—Jungkook —corre hacia mi con esos vestidos ligeros que usa —escúchame, puedo decir cosas mas rápido en coreano.

—Decir cosas con mas fluidez.

—Eso, creo que merezco —piensa la palabra —premio.

Sus premios.

Me ha estado pidiendo motivaciones para sus lecciones, además de comportarse con mis hombres, porque ellos estan muy interesados en hacerle el nudo de sus vestidos, en atarle las zapatillas, como si fueran sus perros.

Por lo que le concedo algo como premio cuando hace algo bien.

—¿Qué es esta vez?

Se encoge de hombros para irse directo a su habitación.

—Pensare en algo.

Continuo con sus clases, la vi ir a cenar mientras seguía estudiando, además de ponerse a ver una película, pero no menciono nada al respecto de su premio, no pidió helado, golosinas, o que la llevara a comprar algo.

Parece ser que se le olvido.

—¡jk! ¡Jk!

—Shh.

Cubrí la boca de la mujer en mi cama, la follaba por detrás con fuerza, su culo pegaba a mi pelvis con sonoros embistes, se había corrido tres veces ya y yo aun seguía duro, la puta tenia una voz horrible, pero su coño me apretaba bastante bien.

Se corrió una vez mas y esta vez termine, pero mis bolas se seguían sintiendo pesadas, me sali quitándome el condón y arrojándolo a la basura, sentía el sudor recorrer mi espalda, por lo que tome un gran trago del whisky en mi mesita, cuando me gire la puerta estaba entre abierta.

—Vístete.

—¿Cómo?

—Vístete y lárgate, no quiero repetirlo.

Tomo sus cosas para salir enfurecida de mi habitación, busque una bata antes de sentarme en la cama.

—¿Qué haces despierta?

—Solo estaba de curiosa.

Entro con un camisón que solo le cubría hasta debajo del trasero, ¿se paseo por la casa vestida asi? No llevaba sostén sus pezones se marcaban contra la tela.

—Anda a la cama.

—Quiero mi premio —se acerco de manera lenta —quiero lo que le diste a ella, quiero eso.

—Eso no pasara, Kang me mataría, si te pongo una mano encima.

—Bien, buscare quien mas lo haga, no creo que sea difícil.

Se dio media vuelta pero no dio ni un paso cuando la tome del brazo.

—Si alguno de mis hombres te poner un dedo encima lo mato.

—Dame mi puto premio.

—Esa boquita.

La alce para besarla, sabe tan bien, su aliento es fresco, su piel es calidad, es prohibida, es una mocosa, es deliciosa, con una mano quite su ropa interior diminuta, esto no es mío.

Lo repetí varias veces, pero no la bajaba, use solo una mano para ponerme el condón y penetrarla, aun de pie, sentí que se estremeció, se mordió los labios y clavo sus uñas en mi.

—Eras virgen.

—Ya no importa.

No, ya no importa, su sangre mancha mi verga mientras la apoyo contra la pared para seguir penetrándola sin delicadeza, le duele eso lo se, pero sus pezones están tan duros que también se que le gusta, el solo mirarla me traería problemas, pero después de esto.

Pagare cada puta consecuencia.