Love Hurts (JJK +21)

VII

Jungkook.

Su maldita luna de miel puso aprueba mi cordura, el estar con varias mujeres me hacían distraerme de él como Kang estaba tan obsesionado con ella que dejo de lado toda una semana sus negocios por tenerla.

Pero tenia que ser el jefe y con la petición de la niña yo me quedaría como el perro guardián en casa.

Sostenía el cabello de la puta que succionaba mi miembro como si fuera su dulce favorito, yo bebía una cerveza mirando la escena, esta era la tercer noche que la llamaba, lo hace bastante bien asi que no tenia que estar experimentando.

—Una mierda de guardián.

Milenka estaba parada en la puerta de mi habitación con solo una bata de seda, miraba con un odio irracional a la chica entre mis piernas, que se detuvo al escucharla.

—¿Quién es la niña?

—Mi jefa.

—Mátala.

Pare de beber, cuando la mire directo a los ojos, no estaba jugando, esta furiosa, celosa podría decirse.

—Estas siendo un poco hipócrita ¿no crees?

—¿Si? —se quito la bata dejando ver un conjunto de encaje tan fino que podía ver sus pezones a través de la tela —Matala.

—¿Jungkook? ¿Qué pasa?

—Cállate —no dejaba de mirarme, esos ojos enormes con una inocencia que no conocen —Milenka.

—Si no horas lo que te digo, comienza a llamarme señora Kang, marca tu línea.

—¿Señora Kang? —la chica palideció — ay mierda —intento levantarse para tomar su ropa pero la jale del cabello —Jungkook, no, no diré nada.

La arrastre hacia mi, respirando agitadamente por la adrenalina del momento, Milenka camino lento hacia nosotros.

—¿Lo haras?

—No, por favor, no por favor —es curioso como intuye todo, no creo que hable ruso, pero sabe perfectamente lo que hare.

—Es una pena, eras una de mis favoritas, pero Milenka es mi reina.

Expuse su cuello, alcanzando mi navaja, la clave fuertemente en este, la sangre salpico bañando a Milenka en el rostro. Sus pupilas se dilataron, sabia que su pulso se había acelerado, se acerco para tocar la navaja en el cuerpo.

—Es —saco la navaja —tan intenso.

Empuje a la puta para jalar a Milenka hacia mi, besándola con intensidad, sentí una punzada en el pecho, cuando note que me había herido con la navaja, se inclino para lamer la herida, me consumí en la lujuria, jale sus pantys haciéndola sentarse de golpe, me empujo para quedar acostado en la cama, mientras me cabalgaba sus manos llenas de sangre y aun con mi navaja recorrían su cuerpo.

Nos hice girar para que quedara debajo, le quite la navaja y corte sus sostén haciéndole un pequeño corte, siseo por el dolor y su coño se apretó a mi alrededor, empuje mas dentro de ella, la cama se movía con brusquedad, su pequeño cuerpo se retórica de placer, apretó sus dientes gimiendo y el orgasmo la consumió. Llevándome con ella al puto paraíso.