Capítulo 7

46 6 23
                                    

"El otoño es una linda estación del año. Los árboles comienzan a cambiar de color y adoptan hermosos tonos de rojo, naranja, amarillo y marrón. Las hojas de los árboles caducos cambian su color verde por tonos ocres, hasta que se secan y caen ayudadas por el viento que sopla con mayor fuerza.
Esto sin duda, crea un paisaje hermoso ante la vista. Además, se considera una época de renovación de la tierra, donde las hojas viejas se caen para dar paso a nueva hierba. Renovación. Es la acción y efecto de volver a poner algo en buen estado, recuperar su condición original o reemplazarlo por algo nuevo. Esa es la transformación necesaria que uno debe hacer cuando deseas dejar el dolor atrás y sustituirlo con nuevas fuerzas y nuevas ganas de seguir. En ocasiones es necesaria una renovación de corazón, que puede ser difícil, más no imposible. La renovación de un corazón destrozado, para transformarse en un corazón nuevo, que sana y cicatriza las heridas, renovándose y dando paso a un corazón lleno de ganas de vivir, un corazón radiante y feliz. Por eso el otoño puede compararse perfectamente con ese estado en el que a veces, llegamos a sentirnos. Pero siempre hay esperanza."

Así pasaron dos largos años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Así pasaron dos largos años. Dos años que se sintieron como dos décadas. Leticia extrañaba horrorosa y desesperadamente a Fernando. Dos largos años sin saber nada de él. No había rastro alguno ni pista insignificante que le diera alguna señal de dónde podría estar. Se sentía vacía, aunque en el fondo, no perdía la esperanza de que algún día podría localizarlo, esa pequeña ilusión no moría, a pesar de no haber ningún indicio.
Conceptos se había convertido más que en su trabajo, en una distracción. Envolverse en las finanzas, en los comerciales, en la economía, la hacía olvidar solo un poco el profundo dolor que la embargaba.
Su oficina era amplia y ventilada.
Durante todo este tiempo, Leticia había cambiado mucho. Ya no tenía ese look de antes, ahora había adoptado poco a poco un estilo más propio, más suyo. Se había encontrado a si misma. No más tintes en el cabello. ¿Para que usar un castaño, o un rubio, o un pelirrojo, si el color de su cabello natural era bonito? Lo dejó crecer porque lo sentía libre, lo sentía suyo. Ese cabello por el cual había renegado durante tanto tiempo ahora le gustaba. Negro, lacio y largo, la hacía sentirse más Lety. Además, dejó atrás los trajes formales para usar ropa más juvenil y casual. Era más su estilo, ese estilo que había ocultado durante tanto tiempo tras ese disfraz de ejecutiva. Leticia siempre había sido una mujer alegre y divertida. ¿Por qué usar sacos de colores aburridos? Ahora usaba vestidos más frescos, y pantalones con blusas de colores más vivos. Sus gafas eran delgadas, casi imperceptibles, aunque muchas veces las dejaba guardadas para usar lentes de contacto, dependiendo del clima, y dependiendo del estado de ánimo. Intercalaba ambos para sentirse más cómoda dependiendo de la ocasión.
Pero no solo había cambiado por fuera, sino por dentro. Era una mujer más madura. Aunque conservaba ese estilo tierno y sensible, ahora hacia las cosas de mejor manera, con mayor firmeza y madurez. Su carácter se había pulido considerablemente, pero su amor por Fernando no había cambiado, al contrario, ahora era un amor más fuerte, más firme, más maduro y estable. A pesar de no verlo en todo este tiempo, el amor no moría, al contrario, crecía. Estaba más resuelta a encontrarlo, aunque no sabía a dónde podría haberse ido. Había ido a buscarlo incluso con algunos familiares, pero nada. Había buscado a su tío Isaac, pues sabía que Fernando lo quería mucho, pero tampoco estaba con él. Sencillamente, había desaparecido. Pero no perdía esperanza. Su amor por el la motivaba a seguirlo buscando, y seguir esperando.

"Otoño" "Goodbye my love"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora