Fue como si una enorme barrera entre ellos de pronto se derrumbara. Fernando miró a Leticia y ella a él, sintiéndose atraídos como si de dos imanes se tratara. Saber que Leticia era una mujer libre lo hizo perder la razón por un instante. Se acercó a ella, tomando su rostro entre sus manos, mirándola fija y profundamente, quería entender lo que estaba ocurriendo y de pronto sintió como si el tiempo no hubiera pasado, sintió que se remontaba a aquel día de la despedida, fue como si dos años desaparecieran de pronto.
Leticia solo quería vivir lo que había soñado durante todo este tiempo, volver a encontrarse con Fernando y poder tenerlo de frente para decirle y demostrarle cuánto lo amaba y cuánto lo había extrañado. Sus labios se atrajeron instantáneamente como por un instinto repentino, queriendo reencontrarse, saciando una sed que los atormentaba. Entonces se fundieron en un cálido beso, lento y delicado, tratando de calmar así ese tormento que les quemaba el alma.Por supuesto, Alejandra pudo percatarse de la escena. Ella sintió algo terrible. En dos años no había podido conseguir que Fernando sintiera un poco de atracción por ella. Y ahora, llegaba esa mujer y en cuestión de segundos conseguía lo que ella tanto había anhelado. Alejandra no dejaba de pensar que después de todo lo que había ocurrido entre Fernando y Leticia, ¿cómo se atrevía ella a reaparecer en la vida de él repentinamente y hacerlo perder la razón?
No quería seguir mirando, pero tampoco quería irse sin saber qué ocurriría después, así que se quedó ahí, torturándose.De pronto, Fernando sintió que volvía a la cruda y triste realidad. Nada había cambiado. Estaba ahí, en Río de Janeiro, habían transcurrido dos largos años que no podían sencillamente borrarse como si nada, dos años que habían sido sumamente significativos, que no estaba dispuesto a botar a la basura, por muy bonito que pareciera el panorama. Él era otro Fernando, no el mismo impulsivo e inmaduro de siempre. Entonces, comenzó a preguntarle ¿qué le pasaba? No podía permitir que los impulsos y sentimientos lo dominaras nuevamente. Leticia era su debilidad, pero no más.
Entonces las palabras de ella comenzaron a repetirse vez tras vez en su cabeza. No sé había casado con Aldo.
¿Qué rayos era esto? ¿Una burla de su imaginación? Las piezas que estaban perfectamente encajadas hasta ese día, en su rompecabezas, ahora salían volando sin coherencia alguna. La pirámide que había construido en estos dos años, ahora se derrumbaba sin consideración.
Se separó de ella lentamente, abriendo los ojos, mirando a la mujer que tenía frente a él, que lo miraba de una manera extraña, con intensidad, con profundidad, con un poco de miedo. Pero ese par de ojos oscuros, le gritaban mil cosas, cosas que Fernando no quería descifrar.F: Discúlpeme Lety, no debí hacer esto. Hoy menos que nunca... No entiendo que pasa, ¿y la boda?
L: No hubo ninguna boda. (Contestó ella con desconcierto. Era como si después del beso, se hubiera despertado del sueño repentinamente, igualito a cuando estás soñando algo bonito, y justo en eso suena la alarma del despertador, rompiendo el encanto). No me casé con Aldo. Yo me di cuenta de que no lo amo. Cuando usted y yo nos despedimos en ese último abrazo, yo me di cuenta de que no quería vivir sin usted. Yo no quería perderlo. No me atrevía a confesar ni reconocer mis verdaderos sentimientos. Aún cuando Aldo llegó en ese momento, yo insistía en casarme con él, pero Aldo me impulsó a aceptar por fin lo que de verdad sentía y a cancelar mi boda con él. Lo sé, fui una tonta y una cobarde. Necesité que el mismo Aldo me impulsara para reconocer que yo lo seguía amando a usted don Fernando. Y en ese momento mi compromiso con Aldo quedó roto definitivamente. Aldo se regresó a Acapulco, y desde entonces no se nada de él. Yo a usted lo busqué para decirle la verdad pero me dijeron que se había ido lejos, y nadie sabía a dónde. Así que desde entonces sueño con este momento para poder encontrarlo y decirle que yo lo sigo amando intensamente y que nunca pude olvidarlo. Por eso estoy aqui hoy, para decírselo de frente, pero... Creo que ya es muy tarde...
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"Otoño" "Goodbye my love"
FanfictionLa historia empieza cuando Fernando se resigna a que perdió a Leticia en brazos de Aldo Domenzaín. Ella se ve perdidamente enamorada de ese hombre rubio que conoció en el mar. Ella ha demostrado una y otra vez que ama a Aldo y que dejó de amar a Fer...