Capítulo 2

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Ciudad de México:

Después de esa tormentosa noche, Leticia se levantó por la mañana. La verdad, casi ni había dormido. Se bañó y se cambió con ropa casual. Dejó su cabello suelto, al natural, y no puso nada de maquillaje en su rostro. Ahora no sabía qué hacer, qué rumbo darle a su vida. Lo único que tenía claro era que buscaría a Fernando, igual que él la había buscado cuando ella se fue a Acapulco. Sentía la misma desesperación, impotencia, dolor.

El sonido de su celular la sacó de sus pensamientos, mientras ella miraba a través del cristal de su ventana. Se acercó al buró para tomar su teléfono, y contestó, un poco sorprendida al ver de quién se trataba.

L: ¿Hola?

Marcia contestó del otro lado de la línea.

M: Lety, como sabía que no viajarías a Monterrey, yo tampoco me fui. Estoy en Conceptos y me gustaría que vinieras, si puedes...

Leticia se sorprendió aún más. No comprendía qué podía querer Marcia, pero de pronto su rostro se iluminó, pensando en la posibilidad de que se tratara de noticias de Fernando.

L: Si, si Marcia, voy para allá ahora mismo.

Leticia se fue así, con la ropa que tenía puesta, sin hacerse nada más. Tomó su bolsa y salió de la casa, dejando a sus padres desconcertados.

 Tomó su bolsa y salió de la casa, dejando a sus padres desconcertados

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Río de Janeiro:

3 horas de diferencia entre la ciudad de México y Río de Janeiro.

Eran las 11 de la mañana cuando Fernando abrió los ojos. Los rayos del sol se filtraban a través de la cortina del ventanal. Justamente eso era lo que lo había hecho despertar. Miró la hora en su celular, que reposaba sobre el buró, y bostezó. No tenía ánimos para nada. Aunque se negaba a pensar en eso, no podía quitarse de la mente que la boda estaba muy cercana, a solo horas. En otra parte del mundo, "ella", estaba por casarse con otro. La única forma de no pensar en ello y no torturarse era dormir, dormir, y dormir. La ciencia confirma que al dormir no sentimos dolor, aunque no es que desaparezca mágicamente, sino que no lo sentimos en el momento que sucede pero sí al despertar. Al dormir no se sienten los problemas, ni tristezas, ni decepciones.

Sin embargo, tenía que poner manos a la obra, buscar un trabajo, ocuparse. No podía pasar tanto tiempo sin hacer nada. Tenía que tomarse en serio su perspectiva: "olvidarla". El objetivo era enfrentar la realidad, por dura que fuera, no perderse en el sueño, huyendo cobardemente de lo que pasaba. Quería enfrentarse al dolor. Estar consciente en ese día que sería uno de los peores. Pero, aun así, tratar de salir adelante.

Se levantó. Tomó toda la fuerza de voluntad que le quedaba y se bañó, se vistió y salió. No había desayunado nada, así que pensaba buscar un lugar donde hacerlo. 

Caminó varias calles hasta llegar a una muy pintoresca. No sentía prisas, no sentía presiones por llegar rápido, ni siquiera había resentido que no tenía carro, a pesar de haberlo recuperado, su decisión había sido dejarlo en México. Ese carro convertible le recordaba completamente a ella, a Leticia. En ese auto habían vivido tantos momentos juntos, que lo mejor era dejarlo en México, junto a todo ese pasado que quería olvidar. Estaba guardado en el estacionamiento de su casa, la cual también había recuperado. Todo estaba lleno de ella, y todo eso debía quedarse allá, lejos de él.

"Otoño" "Goodbye my love"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora