Epílogo

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**Reflexiones de Alice**

A lo largo de mi vida, he experimentado una sensación constante de insuficiencia. La sociedad en la que vivimos establece estándares rígidos en torno a lo que se considera ideal: un peso, un cuerpo, un romance. Esta idealización se convierte en una carga pesada y, a menudo, resulta agobiante. En ocasiones, anhelo escapar a un lugar donde no se me juzgue, donde pueda forjar amistades auténticas, lejos de las relaciones superficiales que algunos llaman "amigos".

He estado enamorada de mi vecino durante muchos años, un sentimiento que, reconozco, puede parecer trivial. Sin embargo, mi inseguridad acerca de mi apariencia me ha llevado a creer que no tengo ninguna oportunidad. Esta percepción ha influido en mi vida amorosa, ya que he permanecido soltera, sintiendo que mi atractivo es insuficiente. Esta autocrítica me provoca un profundo malestar.

No obstante, en una semana cumpliré uno de mis mayores sueños: viajar a Europa. Allí tendré la oportunidad de estudiar y crecer. Confío en que, a mi regreso, los demás me percibirán de una manera diferente, y que, quizás, yo misma también me veré con otros ojos.

**Diálogo entre Lilian y Alice**

**Lilian:** Hija, ¿ya empezaste a empacar para tu viaje?

**Alice:** Sí, mamá, casi todo está listo.

**Lilian:** Prométeme que te comportarás, ¿sí? Recuerda que vas a casa de tu tía, y a veces puede ser un tanto especial.

**Alice:** Claro, mamá. Me comportaré adecuadamente, te lo prometo.

**Lilian:** Siempre has sido una buena chica y me haces sentir orgullosa. Sigue así, ¿de acuerdo? No te desenfrenes solo porque allá nadie te conoce.

**Alice:** Tranquila. Para que te sientas más tranquila, le diré a Sebas lo que siento por él, ¿te parece?

**Lilian:** ¿Después de tantos años, finalmente estás decidida a hacerlo?

**Alice:** Sí, es el momento. No tengo nada que perder. Si me dice que no, al menos no lo veré en tres meses.

**Lilian:** Esa es mi hija, ¡súper valiente! Me encanta. *(la abraza fuertemente)*

**- Tiempo después -**

**Diálogo entre Alice y Sebas**

**Alice:** Hola, Sebas. *(sonríe tímidamente)*

**Sebas:** ¿Qué sucede? *(la mira con frialdad)*

**Alice:** Quería darte esto. *(le entrega una carta)* Es todo lo que siento por ti.

**Sebas:** Alice, no quiero ser grosero, pero no me dejas otra opción. Han pasado tantos años y nunca te he buscado. Créeme, no tengo interés alguno en ti. Si fuera diferente, ya lo sabrías. Te pido, por favor, que no me vuelvas a buscar. Mereces a alguien que te quiera y te valore, pero yo no soy esa persona.

Alice se encontraba en un estado de profunda desilusión. A pesar de su conocimiento sobre el desenlace inminente de la situación, una tenue esperanza persistía en su interior, anhelando que las circunstancias fueran distintas. Reflexionaba sobre su apariencia y se preguntaba si era la razón detrás del desdén que experimentaba, convencida de que su aspecto la hacía menos atractiva a los ojos de los demás. Esta lucha interna la llevó a albergar pensamientos de venganza, deseando, de manera sutil, retribuir el desprecio que había recibido.

Una semana después.

Lilian: Por favor, ten mucho cuidado, hija.

Alice: Mamá, tengo 22 años. Estaré bien.

Lilian: Lo sé, pero es la primera vez que viajas sola y estarás en un país completamente diferente. No tienes idea de cómo son las cosas allá.

Alice: Estoy segura de que será mejor que aquí. Mi tía me recogerá en el aeropuerto, así que solo debo estar atenta a las puertas para no perderme. No te preocupes.

Lilian: Está bien, pero prométeme que te mantendrás en contacto.

Alice: Lo haré.

Alice se dirigió al aeropuerto con sentimientos encontrados. Aunque la idea de viajar sola la intimidaba, comprendía que era un paso necesario. Se preparó mentalmente para actuar con precaución y madurez en esta nueva etapa de su vida.

Por otro lado.

Nick: Por Dios, Charlie, ya tengo que irme. —Sonrió.

Charlie: No quiero que te vayas. —Lo abrazó con fuerza.

Nick: Mañana tengo clases en la universidad y debo conducir tres horas. —Lo alejó suavemente.

Charlie: Ya quiero que vuelva el fin de semana para verte.

Nick: Lo sé, yo también. Eres lo que me desestresa los fines de semana.

Charlie: Soy feliz cuando estoy contigo. La preparatoria no es lo mismo sin ti.

Nick: La universidad es diferente, hay más libertad, pero no tiene sentido si no estoy a tu lado. —Lo besó.

Charlie: ¿Cómo te va en el gimnasio, por cierto?

Nick: Todo bien, aunque la verdad me gustaría entrenar a alguien. Todos saben qué hacer y realmente disfruto enseñar.

Charlie: Eso estaría genial, siempre y cuando no sea un hombre. —Hizo un puchero.

Nick: Tranquilo, Charlie, jamás te engañaría. —Lo besó en la frente antes de marcharse.

Desde siempre, me sentí atraído por las chicas; de hecho, solo había besado a una y, aunque no me desagradó, nunca tuve una novia. Todo cambió cuando conocí a Charlie. Él me ayudó a darme cuenta de que soy bisexual, aunque tengo una preferencia por los hombres. Llevamos tres años juntos y me siento muy bien a su lado; nuestra relación es cómoda y estable. No me pasaría por la cabeza hacerle daño.

Actualmente, trabajo como coach en un gimnasio para poder costear mis estudios. Estoy en mi penúltimo año de universidad y sé que no debo rendirme.

Episodio 1 disponible 11/oct/24

10:00pm (Hora México

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