Luces y Sombras

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El día después de su encuentro bajo la lluvia, Jaehyun se sintió liviano por primera vez en semanas. Había algo nuevo, algo esperanzador en su relación con Doyoung. Aunque no estaban completamente bien, al menos sabían que ambos estaban dispuestos a luchar por lo que tenían. Sin embargo, no todo sería fácil, y Jaehyun era consciente de ello.

El trabajo, los compromisos y la vida cotidiana no se detendrían para ellos. La incertidumbre seguiría rondando sus corazones mientras trataban de encontrar un equilibrio. En su mente, Jaehyun sabía que las cosas no cambiarían de la noche a la mañana, pero ahora se sentía más fuerte. Con Doyoung a su lado, estaba dispuesto a enfrentar cualquier reto, incluso aquellos que él mismo no había anticipado.

La semana transcurrió con normalidad. Jaehyun y Doyoung intercambiaban mensajes, breves pero llenos de esa calidez que ambos extrañaban. Decidieron no apresurarse en verse de nuevo, dejando que la conexión creciera de manera orgánica, sin la presión de resolver todo de inmediato.

Pero, mientras Jaehyun encontraba algo de consuelo en el progreso con Doyoung, su vida personal parecía complicarse de otras maneras. Jungwoo, siempre atento, lo había invitado a salir para conversar y distraerse. El problema era que la preocupación de Jungwoo sobre la situación con Doyoung lo hacía sentirse observado, como si cada movimiento que hacía fuera cuidadosamente evaluado por su amigo. Y aunque sabía que Jungwoo lo hacía por cariño, Jaehyun no podía evitar sentirse incómodo.

Esa noche, Jaehyun accedió a encontrarse con él en un pequeño café, un lugar tranquilo donde solían charlar durante horas. Sabía que no podía evitar el tema con Jungwoo, y quizás era lo mejor enfrentarlo.

—Así que, ¿cómo va todo? —preguntó Jungwoo, con su tono despreocupado pero con esa mirada que indicaba que sabía más de lo que dejaba entrever.

Jaehyun suspiró, revolviendo su café lentamente. —Estamos... intentando. Después de todo lo que ha pasado, las cosas no son tan simples como antes. Pero me siento mejor, más esperanzado. Hablamos, eso ya es algo.

Jungwoo asintió, su expresión suave pero analítica. —Me alegra oírlo. Sabes que siempre estoy aquí para ti, ¿verdad? Pero también quiero asegurarme de que no te estés conformando solo por miedo a perderlo.

Jaehyun levantó la mirada, sorprendido por la observación. Jungwoo siempre había sido directo, pero esa declaración le había golpeado más fuerte de lo que esperaba.

—No es eso —respondió lentamente—. No es conformismo. Es... es que lo amo, Jungwoo. Y eso no ha cambiado, incluso con todo lo que hemos pasado.

Jungwoo lo miró en silencio por un momento, asintiendo con comprensión. —Lo entiendo, Jaehyun. Solo no quiero que te olvides de ti mismo en el proceso.

Jaehyun sonrió levemente. Sabía que Jungwoo solo quería lo mejor para él, pero también sabía que su amor por Doyoung era algo que no podía simplemente racionalizar. Había una profundidad en esa relación que no todos podían entender.

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Un par de días después, Jaehyun recibió un mensaje inesperado de Doyoung.

"¿Te gustaría venir esta noche a mi casa? Me gustaría hablar."

Jaehyun sintió un nudo en el estómago, aunque no de manera negativa. Sabía que esta conversación sería importante, tal vez el siguiente paso hacia esa reconciliación que ambos anhelaban. Esa misma noche, se encontró caminando hacia el apartamento de Doyoung, el corazón latiendo más rápido de lo que esperaba.

Cuando Doyoung abrió la puerta, había algo diferente en él. Se veía más relajado, aunque una ligera tensión aún flotaba en el aire. Jaehyun sintió esa conexión inmediata cuando sus ojos se encontraron, pero también un leve nerviosismo. Entró en silencio, sin saber muy bien qué decir.

—Gracias por venir —dijo Doyoung, rompiendo el silencio mientras lo invitaba a sentarse en el sofá.

—Claro, no hay problema —respondió Jaehyun, intentando mantener su voz calmada.

Doyoung tomó aire antes de hablar, y Jaehyun pudo ver que había estado pensando mucho en lo que estaba por decir.

—He estado dándole vueltas a todo lo que hemos pasado. Y aunque todavía siento que las cosas están... en el aire, quiero que sepas que no te he dejado de amar en ningún momento. Creo que ambos necesitamos aprender a ser más honestos con nosotros mismos y con el otro. A veces siento que nos hemos guardado muchas cosas, y eso nos ha hecho más daño que bien.

Jaehyun asintió. Sabía que Doyoung tenía razón. La falta de comunicación, el miedo a herir al otro, todo eso había contribuido a la distancia que se había formado entre ellos.

—Estoy de acuerdo —dijo Jaehyun—. Creo que siempre he tenido miedo de decir lo que realmente siento. Pero no quiero más barreras entre nosotros. Si esto va a funcionar, tenemos que ser sinceros, incluso si eso duele a veces.

Doyoung lo miró con una leve sonrisa, aliviado por la respuesta de Jaehyun. —Sí, eso es exactamente lo que quería escuchar. No quiero que nos quedemos atrapados en las mismas discusiones, en los mismos malentendidos. Si vamos a intentarlo de nuevo, tenemos que hacerlo bien, y eso significa ser completamente transparentes.

Jaehyun sintió que su corazón se aceleraba. Esta era la conversación que había estado esperando. Sabía que no todo sería perfecto, pero por primera vez en mucho tiempo, sentía que había una base sólida sobre la cual reconstruir lo que habían perdido.

—Entonces... ¿volvemos a empezar? —preguntó Jaehyun con una sonrisa nerviosa, estirando la mano hacia Doyoung.

Doyoung lo miró durante unos segundos antes de tomar su mano, entrelazando sus dedos lentamente.

—Sí —respondió Doyoung con suavidad—. Pero esta vez, vamos a hacerlo bien.

Ambos se quedaron así, con las manos entrelazadas, sabiendo que aún les quedaba mucho camino por recorrer. Pero lo importante era que estaban dispuestos a caminar juntos, esta vez sin miedos, sin máscaras. Solo con la verdad, la comprensión y el amor que los había unido desde el principio.

Roses (Jaedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora