Lo Que Nunca Dijimos

16 4 0
                                    

Tras aquella confesión que Jaehyun le hizo a Doyoung, la relación entre ambos se volvió más honesta, pero también más frágil. Aunque ahora se entendían mejor, las cicatrices del pasado seguían ahí, siempre presentes, como sombras al acecho. Jaehyun sabía que necesitaban tiempo para sanar por completo, pero también sabía que el camino que habían escogido les daría esa oportunidad.

Una tarde, mientras Jaehyun trabajaba en su estudio, recibió una llamada inesperada. Era Jungwoo.

—¿Podemos vernos hoy? —preguntó Jungwoo, con un tono que denotaba seriedad.

Jaehyun dudó por un momento. Desde su conversación con Doyoung, había mantenido un poco de distancia de Jungwoo, no porque quisiera alejarse, sino porque necesitaba tiempo para procesar sus propios sentimientos. Pero sabía que no podía evitar esa conversación para siempre.

—Sí, claro. Dime dónde y nos vemos —respondió finalmente.

Jungwoo le sugirió encontrarse en un parque cerca de su apartamento, un lugar tranquilo donde podían hablar sin interrupciones. Jaehyun se preparó mentalmente, sabiendo que esta charla podría ser crucial.

---

El parque estaba silencioso, con solo unos pocos paseantes y el susurro de las hojas al ser mecidas por el viento. Cuando Jaehyun llegó, vio a Jungwoo sentado en una banca, mirando al horizonte, perdido en sus pensamientos.

—Gracias por venir —dijo Jungwoo cuando Jaehyun se acercó. Se movió un poco para hacerle espacio en la banca, aunque la atmósfera entre ellos era tensa.

—No hay de qué —respondió Jaehyun, sentándose a su lado. Permanecieron en silencio por unos minutos, hasta que Jungwoo decidió romper el hielo.

—He estado pensando mucho en lo que ha pasado entre nosotros —comenzó Jungwoo, su voz suave pero cargada de emociones—. Sé que las cosas se complicaron, y que probablemente cometí errores al acercarme tanto a ti cuando aún no habías terminado de resolver lo que sentías por Doyoung.

Jaehyun lo miró con atención, viendo la vulnerabilidad en sus ojos.

—No fue solo tu culpa, Jungwoo —respondió Jaehyun—. Yo también tuve mi parte. Estaba confundido, y creo que busqué en ti algo que no podía encontrar en ese momento con Doyoung. Pero nunca quise que esto se interpusiera en nuestra amistad.

Jungwoo asintió lentamente, procesando sus palabras. Luego, suspiró profundamente.

—Eso es lo que más me preocupa. No quiero perder lo que teníamos antes de todo esto. No quiero que nuestra amistad se dañe más de lo que ya lo ha hecho.

Jaehyun sonrió levemente, reconociendo en las palabras de Jungwoo ese deseo genuino de proteger lo que siempre habían compartido.

—Nuestra amistad es importante para mí también —dijo Jaehyun con firmeza—. Y sé que ahora las cosas están un poco confusas, pero creo que podemos salir de esto. Solo necesitamos ser claros el uno con el otro.

Jungwoo se quedó en silencio por un momento, mirando al suelo antes de levantar la vista y encontrarse con los ojos de Jaehyun.

—¿Y cómo te sientes ahora? ¿Sigues sintiendo algo por mí?

La pregunta dejó a Jaehyun sin palabras por unos segundos. No era fácil responder a eso. Sí, en su momento había habido algo, una chispa, una conexión. Pero ahora, después de todo lo que había sucedido con Doyoung, sabía que su corazón pertenecía a alguien más.

—Te quiero, Jungwoo. Mucho. Pero no de esa manera —respondió finalmente, con sinceridad—. Lo que sentí fue una confusión, una necesidad de buscar consuelo en un momento difícil. Pero ahora sé lo que quiero. Quiero a Doyoung. Y quiero que nuestra amistad vuelva a ser lo que era, aunque entiendo que puede tomar tiempo.

Jungwoo lo miró con una mezcla de tristeza y alivio. Aunque la respuesta no era lo que había esperado en algún momento, al menos ahora sabía dónde estaban las cosas.

—Lo entiendo —dijo con una pequeña sonrisa—. Y me alegra que lo tengas claro. A veces es difícil aceptar que no todo sale como esperamos, pero prefiero saber la verdad.

Jaehyun asintió, agradecido por la madurez de Jungwoo en ese momento. Ambos se quedaron en silencio por unos minutos más, pero esta vez el silencio era más cómodo, menos tenso. Habían dicho lo que necesitaban decir, y ahora solo quedaba avanzar.

---

Esa noche, Jaehyun regresó a su apartamento sintiéndose más ligero. Sabía que la conversación con Jungwoo era un paso necesario, no solo para su amistad, sino también para su relación con Doyoung. Aunque no todo estaba completamente resuelto, sentía que ahora podía avanzar con más claridad.

Decidió llamarlo. Después de unos tonos, Doyoung respondió con una voz suave y relajada.

—¿Cómo estás? —preguntó Jaehyun, recostándose en el sofá.

—Bien. ¿Tú? —respondió Doyoung, siempre atento.

—Tuve una conversación con Jungwoo hoy.

El silencio al otro lado de la línea fue breve, pero lo suficiente como para que Jaehyun notara que Doyoung estaba procesando lo que acababa de decir.

—¿Cómo fue? —preguntó Doyoung finalmente, su voz más tranquila de lo que Jaehyun había anticipado.

—Honesta. Hablamos de lo que pasó entre nosotros, y creo que estamos en un buen lugar ahora. No hay más confusiones, solo... claridad.

Doyoung suspiró, como si estuviera soltando una preocupación que había cargado sin decir nada.

—Me alegra escuchar eso. Sé que te importa mucho tu amistad con él.

—Y a ti te importa mucho lo que tenemos —respondió Jaehyun, sonriendo suavemente—. Lo sé. Y quiero que sepas que estoy comprometido contigo. No más dudas, no más secretos. Quiero que lo hagamos bien.

Doyoung se quedó en silencio por unos momentos, pero Jaehyun pudo sentir la sonrisa en su voz cuando respondió.

—Eso suena perfecto.

---

Los días siguientes transcurrieron con una sensación de calma. Jaehyun y Doyoung empezaron a pasar más tiempo juntos, reencontrándose en pequeñas cosas: las conversaciones sin prisas, las caminatas al atardecer, las risas compartidas. Habían dejado atrás el caos emocional que los había rodeado, y ahora podían enfocarse en lo que realmente importaba: ellos.

Una tarde, mientras estaban en la casa de Doyoung, él se acercó por detrás de Jaehyun y lo abrazó, apoyando la cabeza en su espalda.

—Gracias por quedarte conmigo, incluso cuando las cosas no eran fáciles —murmuró, su voz suave.

Jaehyun tomó las manos de Doyoung, apretándolas con cariño.

—No podría haber hecho otra cosa. No sin ti.

Doyoung lo giró suavemente para mirarlo a los ojos, y sin decir una palabra más, lo besó. Fue un beso suave, lleno de promesas silenciosas. De todo lo que estaban construyendo juntos, ahora sin secretos ni sombras.

Roses (Jaedo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora