Verde Éssencia

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Esta reunión era ligeramente distinta a la anterior, bueno, en realidad era completamente diferente. Si, estábamos en la sala de reuniones del castillo en Cielo, y si, era una reunión con las familias más importantes de la dimensión sin embargo ahora sí que estábamos todos. Incluso los Hadal y los Nectón de Agua. Obviamente los Nectón venían con una nueva Lady ya que el anterior Lord había muerto antes mis ojos después de torturarme hasta el hartazgo. No quería admitirme a mi misma el terror que me invadió cuando ví llegar a Lady Marlín de Nectón y las manos me comenzaron a sudar. Ella era prima de Naunet y sus ojos y el color de su cabello eran idénticos. Sólo la mano reconfortante de Corvus detuvo mi temblor y me hizo capaz de afrontar el miedo que me provocaba ver a alguien tan parecido a mi agresor. La lady me ofreció una reverencia y yo tuve que contener las ganas de llorar debajo de la mesa. No tenía que desgastar mi imaginación pensando en cómo ese cabello luciría manchado de mi sangre roja porque yo lo sabía. Lo había visto.

Acepté el saludo de la mujer y Corvus le indicó una silla bien lejos de la mía y fuera de mi campo de visión. Si hubiera podido, le habría besado los pies en ese instante.

Si, esta era una reunión muy diferente porque esta vez Corvus y yo recibíamos a los invitados como uno sólo. Éramos los reyes en Tierra y Cielo y el poder que ambos irradiábamos, como si de una fragancia se tratase, hizo sonreír con malicia a Lady Vela. Ella sabia que si los habíamos vuelto a reunir así era porque ahora sí teníamos el sartén por el mango.

Los rumores decían que el príncipe Nereo de Farallón, único sobreviviente de la familia real de Agua, estaba secuestrado en las profundidades, sin embargo ese era solo un rumor que mi propio tiempo encarcelada no pudo confirmar. Por tanto, la única representante de los Farallón era la viuda Tulip de Farallón-Amatista. El tenerla ahí era un mal necesario sin embargo eso no me quitaba el sabor amargo en la boca pues sabía bien que ella estaba dispuesta a ser llevada a la cama por mí Corvus. Ella lo saludó con un tinte de recelo, seguramente producto de la plantada que provoqué durante mi horrenda boda sólo unos días atrás. Corvus la saludó con el respeto que se merecía y Tulip se sonrojó inevitablemente ante la muestra de galantería.

—Rey Corvus... —saludó Tulip inclinándose para hacer una reverencia que mostraba demasiado a sus turgentes senos—. Ha sido un honor para mí ser convocada para esta reunión sin embargo he de decir que dudé en asistir.

—Princesa Tulip, lamento escuchar eso —exclamó Corvus soltándose de su persistente saludo.

—Debería, rey. Esperé una nota con sus disculpas por la otra noche y nunca llegaron. Hacía mucho frío y su tan alabada cordialidad no vino a darme abrigo.

—Le pido disculpas por el mal rato que le ocasionó mi falta de decisión, sin embargo es preciso que olvidemos aquel incidente con el fin de no entorpecer nuestra alianza política. Así que, por favor, tome asiento junto a sus familias para poder iniciar esta junta.

Tulip le dio una sonrisa zorrona pero eso si, guardó sus comentarios e hizo lo que Corvus le sugirió.

Conocía a esa mujer porque prácticamente nos habíamos visto crecer, no era alguien que gustara de meterse con hombres casados pero, a partir de ahora, la vería como alguien más que dispuesta a tomar mi lugar, en el momento que yo lo cediera.

—Deja atrás ese enfado... —me susurró Corvus directamente contra mi oreja. Mi piel se puso de gallina—. Entre ella y yo no pasó ni pasará nada. No quiero que mi reina siga con esas dudas tan pueriles. Siento mucho haberte dado picones con ella cuando tu solo estabas intentando sobrevivir.

Sin detenerme a pensarlo mucho, casi de forma mecánica, me estiré para plantarle un beso. Sus labios no se mantuvieron pasivos ante mi asalto Y aunque se trató de un toque breve, al separarnos, sus ojos chisporroteaban con esa hambre que hacía a mis entrañas convertirse en líquido que después escurría entre mis piernas. Los dos ansiábamos el sexo, durante los dos días que habían transcurrido desde su transformación habíamos dormido juntos pero cada quien de su lado de la cama pues Corvus decía que si empezábamos algo debía ser con tiempo, para ir lento y eso era justamente lo menos que teníamos de momento, tiempo.

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⏰ Última actualización: Oct 10 ⏰

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