CAPITULO 3 EL INICIO DEL CORTEJO

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Seokjin seguía parado en medio del casino, viendo como su hermosa pareja destinada se iba dejándolo con el corazón partido en dos. Él había esperado tanto por este momento, siempre soñando con el día en que llegaría la persona que robaría sus sentidos. No sabía nada de Jeon Jungkook, sólo que era amigo de Jimin, el novio de su mejor amigo. Tendría que averiguarlo todo, para acercarse a ese lindo omega y conquistar su corazón.

Jimin vio como Jungkook se alejaba y volvió furioso donde se encontraban aún su novio y amigos.

— ¡Seokjin hyung! ¡Cómo te atreves a hablarle así a mi amigo!, lo espantaste y ahora está enojado conmigo. ¿Por qué no puedes dejar tus aires de conquistador e intentar sólo ser amable con las personas que conoces?

—Jimin lo siento, no pude evitarlo. Cuando entré al casino sentí un delicioso aroma, al principio no sabía de dónde venía, pero al acercarme aquí, me di cuenta que era tu amigo. Mi alfa reaccionó a ese aroma, pude sentirlo...al fin...Jungkook es mi pareja destinada.

Los chicos miraban sorprendidos a Seokjin, nunca lo habían visto así, tan perdido, pero a la vez feliz. Jimin y Tae, sabían que estaba hablando en serio, ellos mismos habían tenido esa sensación cuando se encontraron la primera vez y supieron de inmediato que eran el uno para el otro. No fue difícil enamorarse, pues desde un primer momento el omega de Jimin había aceptado el alfa de Tae. Pasaron los meses y ya no era el instinto que los unía, sino un amor genuino y sincero.

—Seokjin hyung, lo siento tanto...Jungkook no es un omega cualquiera, él no cree en el amor y menos en que dos personas puedan estar destinadas. Es desconfiado y tímido. Él no se entregará simplemente porque tú le digas que eres su pareja destinada, al contrario, hará lo que hizo hoy...huir.

—No importa Jimin, yo haré todo lo que esté a mi alcance para que él se fije en mí, para que deje fluir a su lobo, sé que la fama que me precede no ayudará mucho, pero estoy seguro que podré conquistarlo.

—Te deseo suerte hyung, sólo te pido que no le hagas daño. Jungkook parece frío y áspero por fuera, pero es el omega más amable y tierno que he conocido. Además es tan joven, sólo tiene dieciocho años y no creo que hasta ahora haya tenido alguna aventura amorosa. No con su carácter y desconfianza. Por eso si lo vas a intentar conquistar tiene que ser en serio y dejar atrás tu vida de conquistador y casanova.

—Te juro Jimin, que nunca me había sentido así por alguien. Verlo y sentir sólo el roce de su mano, hizo que todo mi ser se removiera. Voy a conquistarlo, pero cómo se debe. ¿Dices que él no cree en las parejas destinadas?, entonces, tendrá que hacerse a la antigua usanza. Lo voy a cortejar, como un caballero a su bello príncipe. Sé que debo ir de a poco y así será.

Seokjin salió del casino, sus clases por el día habían terminado y se dirigió a la sala de profesores. Necesitaba con urgencia al profesor Kim Namjoon, sabía que era un romántico y tendría que ayudarlo a conquistar a su omega, su futuro cuñado.

Namjoon ya había terminado su jornada laboral, cuando vio a su hermano Seokjin, apoyado en la puerta de su oficina esperándolo.

— ¿Quieres que te lleve a casa Jin? —Estaba sorprendido de verlo ahí, en general su hermano rehuía su compañía, pues se sentía un poco avergonzado de tener a su hermano como profesor en la misma universidad donde estudiaba.

—Hyung, necesito hablar contigo. Hoy sucedió Nam, sucedió aquello que estaba esperando. Mi omega apareció. Mi hermoso omega destinado.

—Jinnie, ¿estás seguro?, tendrás que contarme todos los detalles, vamos a casa y charlemos.

Ellos vivían cerca de la universidad y no tardaron demasiado en llegar a casa. Seokjin entró y tiró su mochila lejos, para lanzarse en el sofá a meditar los acontecimientos de las últimas horas. No podía sacar de su cabeza, la hermosa mirada de Jungkook, la suavidad de su mano, su voz, ese lindo cuerpo con aquellas hermosas piernas, ese lunar debajo de su labio inferior que era ligeramente más delgado que el superior. Era verdad, en esos escasos minutos que alcanzó a estar con su omega, había logrado fotografiarlo mentalmente y ahora su corazón se aceleraba con sólo pensar en su imagen.

Voy a Conquistar Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora