CAPÍTULO 2

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ALINA

Una vida tranquila?

Es sábado y el día esta hermoso,el clima es ideal para pasar afuera.
Jamás creí que algo como eso podría hacerme tan feliz,salir a caminar por Brienz con el sonido de los pájaros cantando y el río golpeando el puerto es una sensación maravillosa.

También sumado la tranquilidad y silencio del pueblo combinado con el paisaje.

Por esto amo tanto vivir aquí.

Me recojo el cabello en una coleta alta,llevo un vestido de tiras ajustado qué me llega hasta los muslos,es blanco con estampados de flores,me siento sobre la cama y me ato los cordones de mis zapatillas converse con plataforma.

Las noticias sobre lo que pasó en el Club de Lucien ya estaban por todas partes y su reputación y nombre caían en picada.

Los noticieros no tenían idea de que había pasado y él tampoco podía decir ni una sola palabra o sufriría las consecuencias.

En el mundo criminal era diferente,todos sabían que habíamos sido nosotros los responsables y ese era el plan.

Una muestra de lo que somos capaces.

Salgo de mi habitación para ir a la cocina en donde encuentro a Rosa terminando de guardar todo en la canasta de mimbre.

Cuando me ve me da una de sus sonrisas cálidas de siempre —Buenos días— me saluda la mujer de 60 años,su cabello gris lo tiene más largo que la última vez y le llega hasta los hombros.

—Buenos días Rosa— le devuelvo la sonrisa.

—Ya preparé todo,será mejor que levantemos a las bestias.

Mi pecho vibra con la risa que me saca el apodo qué le puso a los mellizos.

Rosa es quien los cuida mientras no estoy,la conocí aquí en Suiza una semana después de instalarnos y no hay nadie en quien confíe más para que los cuide.

—Yo lo hago Rosa,descansa mientras.

Asiente y se sienta en un taburete de la barra de la cocina.

Ayer cuando llegue no tuve mucho tiempo para jugar con mis hijos,ya que la videollamada con Yoshida duro como 3 horas y cuando la termine ellos ya estaban cansados así que solo los acosté en sus camas y les di las buenas noches.

Pero hoy pienso dedicarle todo mi día a ellos.

Me encamino por el pasillo y primero golpeó una puerta repetidas veces —Darcie saldremos a desayunar! Alístate!

Sigo hasta la habitación de los mellizos qué todavía comparten habitación ya que Adeline le tiene miedo a la oscuridad.

Entro y los veo a cada uno en su cama,Eiden tiene una pierna fuera de la cama y esta todo destapado mientras que su hermana tiró todo al suelo y se encuentra acurrucada abrazando uno de sus peluches.

Levantarlos es realmente una batalla.

Después de 15 minutos peleando para que se despierten los llevo al baño para lavar sus caras y cepillarle los dientes.

—Que quieren ponerse?— pregunto volviendo al cuarto —el clima está cálido hoy.

Visto a Eiden con un conjunto verde claro de short y remera de mangas cortas.

—мама— me llama Ade sacando una camiseta de hockey de su armario —quiero esta.

Mi hija con tan solo 3 años es una fanática del hockey sobre hielo gracias a Dalton,él viene todos los sábados a la noche para mirar el juego con ella.

Romanov #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora