Catorce: Adiós papá

93 16 28
                                    

atención: este capítulo contendrá algunas escenas que pueden llegar a ser fuertes para el lector. lee bajo tu propio riesgo o podes saltarte esta parte.

[+]

Sus orbes marrones se abrieron de golpe. Su pecho subía y bajaba de manera violenta en un intento de recuperar el aire que se le estaba yendo.

Cuando logró calmarse, se sentó en el colchón, sintiendo sus ojos llorosos y todo su frágil cuerpo temblar.

Miró hacia su ventana notando que la luz de la luna golpeaba su rostro y las estrellas que adornaban aquel manto de tonalidades azules le hicieron recordar a su amado, quien adoraba a esos astros más que a su propia vida.

Recordar al hombre que amaba lo hicieron destensar todos sus músculos, y como si fuera por arte de magia su respiración comenzó a ser más calmada y los temblores que hace unos minutos atrás lo azotaban y lo torturaban ahora habían desaparecido.

Venía hace un mes con pesadillas. Desde que su verdugo lo había torturado de la peor manera posible como cuando tenía la edad de cuatro años, no dejaba de temblar, de sentirse constantemente desprotegido y con el sentimiento que en cualquier momento podría llegar morir.

Agradecía que desde la vez que su padre había abusado de él no había vuelto a tocarlo pero sabía que era porque su madre y su hermanita estaban en la casa.

Y hoy más que nunca se sentía asustado nuevamente. su madre debía llevar a Clare al médico para un chequeo con su pediatra como hacía todos los meses y Bill sabía que eso significaba quedarse a solas con su padre. De nuevo.

Realmente estaba asustado pero no por quedarse a solas con ese monstruo, sino porque tenía miedo que el plan que llevaría a cabo hoy en la tarde se vea interrumpido por cualquier factor que podría echar para atrás todo lo que había estado planificado desde que su progenitor le había terminado de robar la poca inocencia que le quedaba.

-Relájate Bill, todo va a salir bien. Ese hijo de puta no volverá a tocarte un pelo nunca más en tu vida. Esa fue su última vez. -se dijo a si mismo en un susurro, sonriendo de tan solo recordar lo bien que la pasaría mañana.

Decidió que era momento de retomar su dormitar, por lo que volvió a recostar su cuerpo en el colchón, sintiendo como la suavidad de las sabanas lo abrazaban y envolvían para preservar el calor en su organismo.

La almohada abrazó su suave y sedosa cabellera y con la comodidad de su cama cerró sus párpados nuevamente, sintiendo como morfeo lo recibía en sus brazos una vez más para hacerlo descansar nuevamente y esta vez no tener que soñar con las atrocidades que el hombre que alguna vez llamó padre le hizo.

[+]

15:30 pm

-Nos vemos, Billy, volveremos en unas horas, pórtate bien, ¿si?

Su madre dejó un beso en su frente con rapidez, antes de que su esposo la vea y le reclame que no debía hacer eso ya que supuestamente eso "era de niñas".

-Adiós mamá, nos vemos. -Bill esbozó una pequeña sonrisa despidiéndose de su madre y de su hermanita para después rápidamente subir las escaleras que lo llevaron a su habitación donde hace varias horas tenía preparado todo para su plan.

Sonrió cual cínico al ver las armas blancas que yacían en su habitación, las cuales había robado hace dos noches de la habitación de sus progenitores, y ahora estaba eligiendo cuál usaría para su plan.

Se colocó unos guantes de látex que había dejado en su escritorio y tomó una navaja la cual por su filo parecía ser la más filosa de todas y ya podía imaginarse las maravillas que haría dentro de unos minutos.

𝙍𝙚𝙡𝙞𝙜𝙞𝙤𝙪𝙨 𝙗𝙤𝙮✞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora