La tribu. Pt 2

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Advertencia: La primera parte contiene NSWF


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Lucifer se puso a cavar al día siguiente de haber ido al bar con Leviatán. Y, para su sorpresa, oh quizás no tanta, había notado que el cuerpo de Adán no estaba en el lugar donde Charlie, Vaggie y él lo enterraron.

Era una situación un poco melancólica para él. Lo enterraron para tener una cortesía con él. Lucifer no quería que los caníbales magullaran su cuerpo. Y es que fuera de que en el presente se hubiera convertido en el hombre cruel que atacó a su hija, con esa actitud ácida, altanera y horrible, por más que pasaran los milenios, no podía evitar pensar que también era el joven que le tendió la mano y lo protegió en esos días en los que Lilith insistió en ir a la montaña.

Lucifer en parte sentía, sabía, que ese cambio fue en parte su culpa, y aunque podía echarle pestes al cielo también por ese asunto de porquería, él no estaba exento.

Enterrarlo era una manera de "dejarle dormir", y que su alma finalmente desapareciera en idilio para que ya no se tuviera que preocupar por absolutamente nada, si eso se podía decir. Adan vivo, murió, siguió su vida eterna y volvió a morir peleando contra algo.

A su ver, Lucifer sentía que debía dejarlo descansar.

Pero al parecer otra criatura, una muy por encima de él, y de todos en general, estaba convencida de que este no era un final digno. Decidió restituir su alma, y usar el material de su cuerpo divino y todo, para devolverlo al campo de batalla, sabrá solo esa criatura porque.

No hubiera estado de acuerdo con esto, hasta que lo vio en ese "teibol" y algo dentro de él despertó al verlo bailar. Fue una amalgama de sentimientos encontrados. Una sensación de preocupación por lo que podría pasar con su hija, dudas sobre el cielo, preguntas sobre sus intenciones, y luego, al notar que era inofensivo, una sensación de alivio de verle de vuelta, y hasta un dejo de excitación.

Tanto tiempo en medio de peleas, discusiones y malas vibras le habían hecho olvidar cómo era aquel bello cuerpo que cargaba consigo, aquel cuerpo con el que estuvo en la montaña, y que alguna vez pudo observar de cerca. Cuerpo que ahora estaba disfrutando de vuelta en la comodidad de una pequeña sala en un apartamento a oscuras.

- Ahm, ahhhh ahhh, ahhh...

Adan lo llevó a su apartamento por ahí de las 3 am entre las palabras burlonas de Menma.

- "Vaya, trae suerte hoy. Esta vez dele un buen cogidon, a ver si así le baja lo imbécil"

Tras levantarle el dedo medio al imp, Adán condujo a Lucifer a una zona medio decente en ese barrio jodido y lo metió a aquella ratonera.

Ya dentro, Lucifer sintió la necesidad de preguntarle si quería acostarse con él. No estaba seguro del porqué, quizás era por el calor del momento, quizás era el impulso del alcohol que tomaron aunque no fuera mucho, o solo por la sensación de que debía quitarle del cuerpo la presencia de Alastor, recordando con escozor como las manos asquerosas de ese venado tocaron a Adán.

Adán accedió sin hacer mucho escándalo o medio verlo a los ojos siquiera, y Lucifer no sabía si sentirse bien o mal ante eso, pero no desperdició la oportunidad.

Ahora lo tenía en el sillón, con sus pantalones en el suelo y la camisa arriba. Con una mano en el sillón, la otra levantando una de sus piernas y su boca jugando con uno de sus pezones, mientras sus caderas hacían un húmedo y repetido sonido obsceno al chocar la una con la otra.

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⏰ Última actualización: Oct 11 ⏰

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