Minho se apoyó en la barra de la cocina mientras observaba a su hermano menor, Seungmin, quien había venido para quedarse con el mayor por el apagón que había interrumpido una importante videollamada con su equipo de trabajo. Aunque la queja inicial sonaba divertida, la conversación pronto tomó un giro serio. Como casi siempre, el tema del negocio familiar surgió.―¿Has hablado con papá últimamente? ―preguntó Seungmin, mirándolo con una mezcla de exasperación y paciencia―. Cada vez insiste más en que empieces a involucrarte en la empresa.
Minho soltó un suspiro y, casi sin querer, sus dedos comenzaron a trazar círculos sobre la fría superficie de la barra.
―Lo sé. Parece que lo único que espera de mí es que tome el control de su imperio y le ahorre el trabajo ―bromeó, aunque en su tono había un dejo de resignación―. Quizás es su sueño, pero... no estoy seguro de que sea el mío.
Seungmin arqueó una ceja, con una expresión que mezclaba incredulidad y comprensión.
―Escucha, Minho, no todos tienen la oportunidad de heredar una empresa de esa magnitud. Papá te está ofreciendo un legado, algo que muchos soñarían tener. Es una gran responsabilidad, pero también es una gran oportunidad.
Minho rodó los ojos, aunque no de manera despectiva. Sabía que Seungmin tenía razón, y esa era precisamente la razón por la que el tema le incomodaba tanto. La empresa había sido parte de su vida desde siempre, una sombra constante que le recordaba lo mucho que debía y lo poco que podía negarse a seguir los pasos de su padre.
―No digo que no valore lo que tengo, pero... a veces parece que papá ve esto como algo que debo hacer, sin siquiera considerarlo una opción. ―Sus pensamientos volaron hacia su habitación, donde un extraño chico alienígena aguardaba en secreto.
Seungmin, ajeno a las distracciones de su hermano, suspiró y le dio un golpecito en el hombro antes de dirigirse hacia la puerta.
―Solo piénsalo, hyung. No siempre tendremos estas oportunidades.
Minho asintió en silencio, viendo cómo Seungmin se iba. Tan pronto como la puerta se cerró tras él, Minho se apresuró a regresar a su habitación. Al abrir la puerta, encontró a Han Jisung, quien había salido del armario y ahora estaba parado al lado de la cama, con una expresión de vergüenza y curiosidad.
―Lamento haberte hecho esconderte ―dijo Minho, rascándose la nuca con una sonrisa incómoda―. Creo que no nos presentamos como es debido antes. Soy Lee Minho.
Han bajó la mirada un momento, sonrojado, antes de levantar la vista y sonreír tímidamente.
―Han Jisung. Aunque mi verdadero nombre es algo como "Ji'han" en mi planeta. "Han Jisung" es lo más cercano en tu idioma.
―Ji'han...me gusta. ―Minho sonrió, captando la dulzura en el lenguaje desconocido de Jisung―. ¿Te gustaría que te muestre mi casa?
Han asintió, sus ojos llenos de emoción y curiosidad. Mientras caminaban por la mansión, Minho le mostró varias habitaciones, deteniéndose en el comedor, un salón amplio con una larga mesa de madera oscura y candelabros colgando del techo.
―Esto es lo que llamamos un comedor ―explicó, señalando la mesa―. Aquí las familias suelen reunirse, aunque la mía casi nunca está.
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˚✧₊⁎★Alien☆.。o○
Fanfiction☆*:.。. "Han, un alienígena, se estrella sin querer en el patio de Minho, un joven serio pero amable. Entre nuevos sentimientos, ambos se embarcan en un viaje inesperado hacia el amor." .。.:*☆ NO SE PERMITEN ADAPTACIONES!!!