˚✧₊⁎★Alien☆.｡o○

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Esa noche, el restaurante donde trabajaba Jeongin estaba especialmente lleno de energía. Han había invitado a todos sus amigos y a los hermanos de Minho, prometiéndoles que había algo importante que necesitaba contarles. La mesa estaba llena de risas y charlas animadas mientras todos esperaban a que llegara la comida, sin sospechar que la noche iba a dar un giro inesperado.

Sentado junto a Minho, Han miraba a sus amigos con una mezcla de nervios y emoción. La idea de finalmente revelar su gran secreto lo llenaba de ansiedad, pero también de alivio. Minho, notando su inquietud, le dio una palmada suave en la espalda.

―Hannie, tranquilo. Estoy aquí contigo, ¿vale? ―le susurró Minho con una sonrisa tranquilizadora.

Han respiró hondo. Sentía el apoyo de Minho a su lado y, aunque sus manos sudaban de los nervios, sabía que era momento de ser honesto con sus amigos.

―Es que... quiero que todos sepan. No quiero esconderme más. Solo espero que no crean que estoy loco. ―Han intentó reír, aunque su risa salió un poco nerviosa.

Minho sonrió y lo miró con ternura.

―Créeme, Hannie. Si alguien puede decirnos que es un alien y ser aceptado sin problemas, eres tú.

Han le devolvió la sonrisa y, justo en ese momento, la puerta del restaurante se abrió y comenzaron a llegar sus amigos. Primero entraron Changbin y Felix, tomados de la mano y riéndose de alguna broma interna. Felix se lanzó a abrazar a Han, siempre el más afectuoso del grupo.

―¡Hannie! ¿Como haz estado? ―saludo Felix, haciéndole un guiño mientras se sentaba junto a Changbin.

Poco después llegaron Hyunjin, Sunoo y Jungwon cada uno con su propia chispa de energía que llenó la mesa de risas y saludos. Sunoo abrazó a Minho en broma, diciendo que se veía "demasiado serio" como siempre, lo que hizo reír a todos. Por último, llegaron Seungmin y Sunghoon, los hermanos de Minho, quienes le dieron palmaditas en la espalda a su hermano mayor antes de sentarse.

Jeongin, que estaba a cargo de la cocina esa noche, salió a saludarlos con una sonrisa traviesa.

―Buenas noches, bienvenidos al mejor restaurante de la ciudad. Hoy, yo, el chef Jeongin, les daré una experiencia culinaria inolvidable ―anunció, inclinándose de manera teatral.

Changbin soltó una carcajada y le dio una palmadita en el hombro a Jeongin.

―No puedo esperar a ver en qué acabará esta "experiencia inolvidable". Solo prométeme que no habrá sopa de extraterrestres o algo así.

Han se quedó en silencio, su expresión nerviosa pasando desapercibida mientras todos se reían de la broma de Changbin. Minho, notando la tensión en Han, le dio una palmadita en la pierna bajo la mesa.

Jeongin desapareció en la cocina para traer los platos y, mientras esperaban, el grupo comenzó a charlar animadamente, sin saber que la velada estaba a punto de volverse aún más memorable.

Cuando Jeongin volvió con los primeros platos, los amigos levantaron sus vasos para un brindis improvisado.

La charla era animada y todos bromeaban entre ellos, pero la tensión crecía en Han cada segundo. Finalmente, suspiró y carraspeó para llamar la atención de todos.

—Chicos... hay algo importante que quiero decirles. —Han tragó saliva y miró a todos, quienes se giraron, expectantes.

Felix, siempre curioso, inclinó la cabeza con una sonrisa animada. —¿Qué pasa, Hannie?

—Sí, suenas... como si estuvieras a punto de confesarnos un secreto de vida o muerte —añadió Hyunjin, mirándolo con una sonrisa intrigada.

Minho, notando la dificultad de Han para empezar, le dio un apretón de manos debajo de la mesa, brindándole un toque de seguridad. Han le devolvió una mirada agradecida antes de reunir el coraje para continuar.