˚✧₊⁎★Alien☆.｡o○

blu ni kun

Habían pasado varios días desde aquel accidente memorable en la biblioteca. La vida en la mansión de los Lee seguía su curso habitual, o al menos tan normal como podía ser con un alien escondido en la casa. Han estaba cada vez más integrado en la rutina de los hermanos Lee, y todos parecían adaptarse a su presencia de una forma que Minho nunca había imaginado.

Aquella mañana, mientras la luz del sol iluminaba la espaciosa cocina, Minho y Seungmin estaban en su acostumbrada discusión matutina: qué desayunar. Seungmin insistía en unas tostadas francesas con fruta fresca, mientras Minho defendía que el desayuno debía incluir algo más sustancioso. Han observaba la escena con una sonrisa divertida, mientras Sunghoon solo veía la televisor, seguían con interés un
K-drama que Felix había recomendado: Con Tacto Especial. El ambiente era tranquilo, todos sumidos en sus propias tareas, hasta que un sonido inusual llamó su atención.

Fuera de la mansión, un lujoso Ferrari LaFerrari Aperta se detuvo con elegancia frente a la entrada principal. La puerta del auto se abrió y, de inmediato, salió una mujer impresionante. Vestida con un traje blanco de Gucci, joyas de perlas CHOPARD y una cartera Louis Vuitton, la mujer llevaba el cabello impecable y un aura de sofisticación que solo alguien como Lee Dahyun podía poseer. Detrás de ella, un hombre vestido con un traje Valentino y zapatos Christian Louboutin la seguía. Con un reloj Rolex que brillaba en su muñeca y un rostro de rasgos perfectos, Lee Eun Woo, el empresario más influyente de Corea, hacía juego perfecto con su esposa. Con movimientos sincronizados y elegantes, ambos caminaron hacia la entrada de la mansión, irradiando una elegancia digna de portada de revista.

Dentro de la mansión, los hermanos y Han seguían distraídos. Dahyun cruzó el umbral y elevó la voz, con una mezcla de alegría y autoridad:

—¡Niños, ya llegamos!

El llamado de Dahyun resonó en el silencio de la sala y, en un segundo, el ambiente tranquilo se transformó en una mezcla de sorpresa y nerviosismo. Seungmin fue el primero en reaccionar, dejando a un lado cualquier pretensión de tranquilidad. En su prisa por recibir a su madre, casi olvidó la presencia de Han.

Seungmin abrazó a Dahyun con fuerza, sintiendo cómo el perfume elegante de su madre lo envolvía. —Te extrañé, mamá, — murmuró, su tono de voz mostrando un cariño que solo alguien muy cercano podía notar. Mientras tanto, Minho y Sunghoon intercambiaban miradas, cada uno pensando rápidamente qué hacer o cómo explicar la presencia de Han.

Eun Woo, siempre observador, no tardó en notar que solo uno de sus hijos estaba frente a él. Con una ligera fruncida de ceño, miró a Seungmin. —¿Dónde están Minho y Sunghoon? — preguntó, su voz cargada de expectación.

—Ellos... eh, creo que están... — Seungmin tartamudeaba, buscando una excusa que le diera tiempo a sus hermanos para acercarse.

Antes de que Seungmin pudiera continuar, Minho y Sunghoon hicieron acto de presencia, acompañados de Han, quien trataba de mantenerse fuera de la vista, ocultándose sutilmente detrás de Minho.

Dahyun, siempre perceptiva, miró a cada uno de sus hijos con una mezcla de orgullo y cariño. —Oh, mis niños... los extrañé tanto, — dijo, abrazando a Sunghoon primero, y luego lanzando una mirada de afecto a Minho. Sin embargo, sus ojos se detuvieron en Han, quien intentaba pasar desapercibido detrás de su hijo mayor.

—Minho, cariño... — Dahyun levantó una ceja con curiosidad, y una expresión de sorpresa cubrió su rostro. —¿Quién es el joven que está contigo?

Eun Woo también observaba a Han, tratando de comprender quién era aquel chico desconocido que parecía estar en el lugar de sus hijos.

Minho tragó saliva, sintiendo un nudo en el estómago mientras buscaba la mejor forma de explicar la situación. —Oh, eh... él es Han Jisung, — comenzó, tratando de sonar relajado. —Es... un amigo que tuvo algunos problemas en casa y lo invité a quedarse aquí por un tiempo.